El potente tifón Bolaven azotó hoy a Corea del Sur con fuertes vientos y lluvias torrenciales, lo que causó nueve muertos y provocó a su paso mares encrespados donde naufragaron dos embarcaciones pesqueras chinas que se estrellaron contra las rocas.
Los guardacostas rescataron a los sobrevivientes que quedaron en medio de las aguas agitadas.
Los socorristas rescataron a 12 pescadores y seguían buscando a otros 10 que estaban desaparecidos después que las naves se estrellaron contra los peñascos de la isla Jeju, en Corea del Sur. Cinco pescadores murieron, informaron las autoridades.
En otros incidentes, al menos otras cuatro personas murieron a causa del tifón Bolaven que dejó sin electricidad a cientos de miles de surcoreanos, provocó la cancelación de vuelos y retrasó la realización de maniobras conjuntas de las fuerzas militares de Estados Unidos y Corea del Sur.
Entretanto, Corea del Norte —que ha enfrentado problemas para reconstruir su infraestructura afectada por extensas inundaciones y una devastadora sequía— estaba en la trayectoria del tifón. Fuertes lluvias y vientos golpearon el martes muchas partes del país, en un día que se suponía iba a ser una celebración norcoreana para sus jóvenes.
Frente a las costas de la isla surcoreana de Jeju, el oleaje peligroso impedía que las naves de rescate se acercaran a los barcos pesqueros estrellados, por lo cual los guardacostas utilizaban una pistola especial que disparó cuerdas hasta un barco a fin de que la tripulación pudiese acercarse a través de ésta y trasladar a los pescadores sobrevivientes hasta la playa, dijo el portavoz de la guardia costera Ko Chang-keon.
Dieciocho pescadores sobrevivieron. Los guardacostas rescataron a 12 y los demás nadaron o fueron arrastrados a la costa por las olas.
El tifón derribó cientos de árboles, destruyó cables de electricidad y causó apagones en las ciudades occidentales de Kaesong y Haeju, dijo la oficial Agencia Central Coreana de Noticias del norte. Agregó que el registro de los daños crecería a medida que el tifón recorre el país.
Corea del Sur emitió una advertencia de tormenta para la capital, Seúl, mientras Bolaven azotaba el sur y el oeste del país, derribaba postes de luz y torres de iglesias y arrancaba los letreros de las tiendas.
Un contenedor enorme mató a un empleado al aplastarlo, una mujer murió al caer desde una azotea donde guardaba pimientos rojos secos y otra persona falleció cuando unos ladrillos golpearon su casa, de acuerdo con funcionarios de desastres y bomberos. Un hombre de 80 años murió después de que una pequeña construcción improvisada le cayó encima, dijeron funcionarios.
Ráfagas de viento dejaron las calles de Seúl cubiertas de hojas, basura y ramas. Más de 15.000 escuelas cancelaron las clases.
Cerca de 1,7 millones de hogares y empresas surcoreanas se quedaron sin electricidad, dijo la Agencia Nacional de Manejo de Emergencias, aunque el servicio se había restablecido para la noche del martes y sólo 200.000 permanecían afectados.
Más de 80 familias se quedaron sin hogar debido a las inundaciones o los daños provocados por las tormentas. Cerca de 200 vuelos fueron cancelados, 860 hectáreas (2.130 acres) de tierras de cultivo se inundaron y 32 barcos sufrieron daños, dijo la agencia en un comunicado.