Tierra de analfabetismo funcional


Guatemala no es tierra fértil para la lectura ni las artes, los intelectuales del paí­s aseguran tener dos opciones: resistir de forma serena en una tierra ruda que los desprecia, o el proceso doloroso de la expatriación.

Elmer Telon
etelon@lahora.com.gt

El modelo de educación es ya obsoleto, no logra educar y se ha vuelto una gran máquina de producción en masa de analfabetos funcionales

«La educación que se imparte en los años de primaria y secundaria es deficiente, muestra de ello son los numerosos estudiantes que les es negado el ingreso a la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) porque carece de la capacidad de interpretar una lectura» opina el sociólogo Carlos Guzmán Bí¶ckler.

Según opina el estudioso la lectura es uno de los motores más importantes para el despegue de cualquier sociedad.

Se estima que en Guatemala sólo 1% de la población lee, ¿cuáles son las causas de esta apatí­a? Las respuestas son muchas y muy diversas según los expertos.

En opinión de la doctora en literatura infanto-juvenil Frida Morales, una de las tantas razones que pueden enumerarse es el desinterés polí­tico por desarrollar programas que busquen el estí­mulo de leer.

«La educación, y en este caso la lectura ha sido un instrumento polí­tico a lo largo de la historia, y los contados intentos por revertirlos son programas que no han logrado tener continuidad, y otros han sido proyectos aislados.»

La escritora Margarita Carrera encuentra también la falta de importancia que el Estado le ha dado a la cultura entre ellas todas las artes, lo cual según su juicio es una de las causas del atraso del paí­s.

«El oficio de escritor en esta sociedad es despreciable, ya ni mencionar el de poeta, aquí­ el personaje del año es siempre un empresario, el intelectual es uno de esos accidentes aislados, que a nadie le importa», opina la escritora y poetisa guatemalteca.

El sociólogo estima que en los años de guerra civil hubo una publicidad excesiva hacia la estupidización, imponiéndose como ejemplo la hombrí­a y el valor, esto según afirma implica un desprecio por la inteligencia y por ende una actitud muy difundida de rechazo a la lectura.

¿Y la pobreza?

Guzmán Bí¶ckler, estima que las razones del bajo hábito de la lectura también se encuentra en las condiciones económicas y sociales: al asegurar que «Guatemala es una de las naciones de Latinoamérica, con los mayores í­ndices de desigualdad», hecho que resta el acceso a la lectura y educación a la mayorí­a de la ciudadaní­a.

Es la mala distribución de la riqueza lo que a opinión del sociólogo ha repercutido en el atraso educativo y cultural del paí­s, asegurando que aún los grupos de poder no consideran importante que la población sea ilustrada.

Muchos de los niños que asisten a las escuelas públicas sufren desnutrición, eso en el área urbana, en las zonas rurales el problema se agudiza llegando al punto que para poder educar a un niño hay que arrebatárselo a la miseria, enfatiza la doctora Morales.

La vida moderna

A estos temas hay que sumar las exigencias de la vida moderna, esto principalmente en las ciudades y zonas urbanas, lo que a decir de César Aguilar, editor y gerente general del Fondo de Cultura Económica: «la lectura compite contra la tecnologí­a, computadoras y videojuegos que tienen un abismal presupuesto para la publicidad.

La famosa «caja boba» la televisión es uno de los mayores rivales, es el centro de la vida familiar, es la ventana al mundo, a una forma de vida que busca globalizarse, Morales estima que la difusión ideológica a través de este medio sobrepasa muchas veces la mal orientada mente de un niño.

Quienes en la mayorí­a de casos y por múltiples razones familiares son prácticamente educados por el televisor, en donde recogen estereotipos e ideologí­as de un sistema ajeno a su propia identidad, trasformando al infante que luego será ciudadano alienado.

A opinión de Margarita Carrera, la tecnologí­a ha llegado casi al punto de cazar la mente de los individuos, agregando que no sabrí­a estimar si puede darse un retroceso que encuentre un equilibrio entre la modernidad y elementos tan fundamentales como lo es la lectura.

«Los niños y jóvenes reciben una cantidad incontable de mensajes, la publicidad los hostiga en todas partes, y sin herramientas para enfrentarla, actúan por impulso, pues la imaginación es casi innecesaria porque encontramos un canal de una sola ví­a, y el cerebro es un músculo que debe ser ejercitado» opina César Aguilar.

Es por ello que los expertos en educación estiman que es en los centros educativos donde deberí­a de existir una contraparte al bombardeo, a los que son expuestos los niños y jóvenes a través de los medios de comunicación masivos.

Una de las misiones de la educación en las escuelas tiene que estar enfocada en crear una ideologí­a guatemalteca, para los guatemaltecos, y para esto debe echarse mano todas aquellas leyendas e historias propias del paí­s, donde la literatura juega un pilar insustituible.

Y qué hace el Mineduc

El Ministerio de Educación (Mineduc) a través de su consejo de lectura, argumenta haber realizado varias pruebas relectura y escritura a los estudiantes principalmente de nivel medio, a este respecto subrayan que los resultados no han sido alentadores.

La información del Mineduc muestra que más del 50% de los evaluados presenta serias deficiencias en la interpretación de lecturas, cayendo nuevamente a lo que se le denomina analfabetismo funcional.

Olga de Motta encargada del consejo de lectura del Mineduc, la institución ha fomentado la lectura entre los estudiantes atendiendo los acuerdos iberoamericanos de la misma. Agregando que a través del programa «todos a leer» la institución educativa ha dado cobertura a los 22 departamentos del paí­s.

Uno de los problemas que afronta el Mineduc, a este respecto es que los mismos maestros no disfrutan de la lectura, así­ lo dice la escritora Carrera, afirmando que los docentes tampoco cuentan con herramientas para orientar a los niños en este tema.

Igual opinión vierte la doctora Morales, afirmando que los maestros en las escuelas no saben leer, la especialista recuerda que la actual administración del Mineduc echó a andar un proyecto que buscaba estimular la lectura de los maestros.

«Ese proceso equí­voco es el rumbo desde el momento en el cual se eligió un texto que no se encontraba dentro del contexto guatemalteco, sino se elige un libro que narra las vivencias de una maestra, pero que enfrenta otros problemas que no son los de Guatemala» expresa Morales.

La doctora en pedagogí­a asegura que otro de los obstáculos es que el maestro se ha vuelto un ser cansado, que ya no encuentra estí­mulo para seguirse preparándose más para optar a un sueldo más digno.

Cómo contribuye la lectura

Primero: «nos salva del rebaño, de ser un individuo que se refugia en cualquier cosa, con el fin de salvarse y no hacerse cargo de él mismo» piensa Carrera. Agregando que es la puerta al mundo del conocimiento.

Para la doctora Morales Si una persona lee, eso lo llevará inmediatamente a pensar, lo que en primer plano lo fortalecerá como individuo, pues deberá conocerse a sí­ mismo. Hecho que a su vez lo guiará a cuestionar su entorno, y a reflexionar sobre lo que conoce como realidad.

En opinión del editor César Aguilar, cualquier población que lee tiene mayor información y una facilidad más amplia para desarrollarse en cualquier área, tanto cientí­fica como cultura.

Guzmán Bí¶ckler estima que la lectura nos brinda una actividad más amplia del lenguaje, nos ofrece herramientas para manejarse mejor por sí­ mismo, creando un criterio propio, un individuo con capacidades de juicio.

Esfuerzos desde la sociedad civil

Con el objetivo de fomentar el hábito de la lectura en nuestro paí­s, se creó el Consejo de Lectura de Guatemala (CLG), una asociación en donde participan voluntarios de diferentes sectores de la sociedad. «Luchamos porque en Guatemala y en Latinoamérica se reviertan los bajos í­ndices de la lectura», señaló Miriam de Serech, integrante de a entidad.

La voluntaria señaló que existe poco esfuerzo por parte del Ministerio de Educación. «Hace falta material dentro de las escuelas y un programa que estimule la lectura por placer y no por obligación», señaló.

Es por eso que el Consejo de Lectura de Guatemala ha impulsado varias actividades, como la capacitación de docentes en técnicas de lectura, donación de libros para las escuelas, intercambio en congresos y otorgamiento de becas para maestros y catedráticos.

Se entiende por analfabetismo funcional al individuo que recibe una educación formal, pero que únicamente aprende a reconocer los signos, es decir tiene la capacidad de leer cualquier texto, pero una incapacidad para entenderlo o interpretarlo, esto lo lleva a mostrar una imposibilidad de representar ideas propias.