Toda España era un escenario de destrucción y miseria después de la Guerra Civil en 1936, pero en muchos corazones aún anidaba la esperanza y el amor.
César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com
cesarguzman@yahoo.com
Esto quedó demostrado cuando a la casa de la familia Balaguer llegó un pobre vecino pidiendo ayuda.
Si le damos algo, moriremos de hambre cuando se nos acaben los alimentos -dijo la esposa.
Pero, si no le damos, lo más probable es que él muera hoy -replicó el marido.
Compartieron la mitad de sus provisiones y como si fuera un milagro, éstas les abundaron posteriormente.
Mientras tanto, allá en el Cielo, los nombres de la familia Balaguer se escribían en letras de oro, y la Tierra se llenaba de alegría.
DIOS SE VALE DE LA GENEROSIDAD HUMANA PARA REALIZAR MILAGROS.