Transcurre el año 1956 En la población de Albedril, el empresario de una funeraria llamada «La buena muerte» acostumbrado desde pequeño a vivir entre ataúdes y lápidas, al ser algo diferente a los demás muchachos de su edad, vive una juventud introvertida, la cual revertirá en consecuencias horrendas, que aunque para él tan normales, resultarán nefastas para sus vecinos y a la vez clientes.Ya de adulto, después de haber quedado solo en la familia y como buen empresario funerario, monopoliza su empresa haciendo que ésta resulte imprescindible de utilizar. Gran filósofo de la vida, llegará a confundir la realidad con sus fantasías, que desencadenarán una serie de acontecimientos, dignos de ser conocidos, al desafiar todos los estamentos establecidos como normales.