Por lo general, las autoridades estadounidenses de la costa del Golfo no reciben con agrado las fuertes lluvias, pero con más de 90% de Texas en medio de una sequía extrema o excepcional, apenas se disimula la emoción por la llegada de la tormenta tropical Don.
Si bien el par de centímetros (pulgadas) que se espera que Don traiga no serán suficientes para acabar con la sequía del estado, cualquier lluvia es bienvenida y muchos texanos esperan que sólo sea el comienzo.
El Centro Nacional de Huracanes en Miami informó que los vientos sostenidos máximos el viernes por la madrugada eran de 85 kilómetros por hora (50 millas) y se espera un ligero fortalecimiento antes de que llegue a la costa de Texas esta noche o mañana temprano.
Hay alerta de tormenta tropical para la costa de Texas desde la desembocadura del Río Grande hasta San Luis Pass.
El centro Don se ubica a unos 540 kilómetros (335 millas) al sureste de Corpus Christi, Texas, y se desplaza en dirección oeste-noroeste a 22 kilómetros por hora (14 millas).
Se espera que Don toque tierra el sábado temprano como tormenta tropical con vientos sostenidos de 88 a 96 kilómetros por hora (55 a 60 millas), pero no se espera que se convierta en huracán. No hay planes para ordenar evacuaciones a lo largo de las zonas costeras, informó Hale, cuyo condado se ubica en el centro del camino de Don.
«Estamos ansiosos de que llegue la lluvia», dijo Danielle Hale, coordinadora del Centro de Manejo de Emergencias en el condado Nueces.
Se restringirá acampar en la playa pero los habitantes de la región podrán hacerlo en vehículos en el otro extremo de las dunas, agregó Hale.
Las playas del condado no se cerrarán excepto donde las propias lluvias las cierren, dijo la funcionaria.
Sin embargo, el parque nacional Padre Island, al sur de Corpus Christi, cerró sus playas y áreas de campamento el jueves hasta que pase la tormenta. El jueves, el reporte climático del parque cerraba con la frase «al menos vamos a tener algo de lluvia. ¡Hey, maravilloso!»
Los únicos que esperan que Don no llegue son los agricultores de algodón que se encuentran a media cosecha y todavía les faltan dos semanas, dijo Rogelio Mercado, agente de Texas AgriLife para el condado Jim Wells.