Terrones celebra su legado en la moda


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Por momentos parece un museo. Un suntuoso vestido alusivo a la reina Victoria convive con el atuendo de una emperatriz china y una versión actualizada de uno de los clásicos trajes de Eva Perón. Al lado yacen las pelucas, coronas y cascos que parecen formar parte de una exhibición histórica.

Por ISAAC GARRIDO MÉXICO / Agencia AP

En parte lo es, pues el diseñador de modas mexicano Héctor Terrones decidió conmemorar sus 25 años en la industria con HT Legacy, una colección con la que rinde homenaje a musas de distintas épocas de la historia y que a la vez celebra su legado.

«Le he taloneado (trabajado) mucho, tengo 25 años (en la industria) y el mensaje de la colección es hablar del legado. El legado de la arquitectura, la corsetería, el maximalismo, de lo protagónico que es un vestido de Terrones», dijo el Terrones a The Associated Press el miércoles en una entrevista en su estudio de la Ciudad de México.

La nueva propuesta del diseñador, favorito de celebridades mexicanas y reconocido por exuberantes diseños en los que el corset y otros elementos victorianos son una constante, se presentará en la Semana de la Moda de Costa Rica, a realizarse del 9 al 12 de agosto.

El desfile del mexicano cerrará las actividades del evento en la nación centroamericana.

La colección está integrada por 25 atuendos inspirados en la indumentaria de mujeres como Juana de Arco, la emperatriz Josefina, María Antonieta, Lady Di y cantantes como Diana Ross y Madonna.

«Conviven conmigo, en mi corazón, en mi sangre, todas son mutaciones. Representan el valor de la mujer a lo largo de la historia», precisó sobre su propuesta, que aún desarrolla. «Soy seguidor de estos 25 personajes», refirió sobre sus musas, a quienes presentará «como estatuas».

Su inspiración deriva de su admiración por la figura femenina y el arte, elementos que han impregnado su obra toda su trayectoria. Terrones adelantó que dedicará parte de la colección a la reinterpretación de figuras como la diseñadora Paloma Picasso, la musa de Andy Warhol Edie Sedgwick y la pintora Frida Kahlo.

Además de los elaborados tocados, coronas y cascos de hasta cinco kilos, la colección incluye pieles de lagarto y zorro, cuernos de venado y plumas de guacamaya, que sabe podrían despertar críticas por parte de grupos defensores de los animales.

«Que dejen de comer hamburguesas de McDonald’s y después hablamos porque es lo mismo un zorro que una vaca», refirió el diseñador de 45 años.

Egresado de la Universidad Jannette Klein, a los 21 años trabajó como gerente de producción y diseño para las licencias mexicanas de Halston y Guy Laroche antes de dedicarse a su propia línea.

El diseñador ya ha acumulado críticas en torno a su trabajo, calificado como barroco y recargado y definido por él como «épica y surreal», y a su personalidad, que muchos consideran controvertida.

«No me siento así. La gente me ve así», expresó.

«(Lo que yo hago) es arte y la persona que juzga el arte es altamente inculta y esa gente no me interesa», añadió con su chihuahua Mac, una de sus mascotas, en el regazo. «Tengo también una guacamaya que se llama Coco y se apellida Chanel», expresó con naturalidad.

Del mismo modo habló sobre las dramáticas formas en que recibe la ovación al final de sus presentaciones, con llamativos atuendos que han incluido extensiones de pelo en color rosa y hasta tocados de plumas de aves exóticas.

«Con mi discurso siempre me incluyo dentro de la colección. No entiendo a muchos diseñadores que hacen obras de arte maravillosas y salen con jeans, una camisita y desde lejos dicen bye», expresó. «Para mí eso es parte esencial: no ser protagónico, pero sí verme mimetizado».

Para el cierre de su desfile en Costa Rica Terrones lucirá un kimono de los años 70 con unos zapatos que le agregarán 30 centímetros a sus ya casi dos metros de estatura.

Admirador de Thierry Mugler, Terrones ha arropado con maestría la creación de vestidos de quinceañera, ámbito que soslayan muchos de sus colegas pero que él afirma es parte de su legado, pues es imitado en las tiendas de algunas avenidas y mercados de la capital mexicana especializados en ese tipo de piezas.

«Es el mercado más noble que hay. Las quinceañeras vienen, te pagan por adelantado y bye», expresó. «Prefiero vender quinceañeras personalizadas y hacer a una mujer feliz».