Termina encierro para simular vuelo a Marte


Visión idealizada de la misión a Marte, en donde un robot recabó evidencias de vida. FOTO LA HORA: ARCHIVO

Seis voluntarios encerrados en Moscú desde el 31 de marzo en un habitáculo aislado del mundo exterior para recrear las condiciones de un vuelo habitado al planeta Marte salieron hoy de su encierro tras 105 dí­as de experimentación.


Las puertas del módulo a bordo del cual se encontraba la tripulación compuesta por cuatro rusos, un francés y un alemán, se abrieron a las 14.00 horas locales.

Vestidos con monos azules, los seis hombres salieron sonrientes y en aparente buena condición fí­sica.

El experimento «ha sido un éxito», reportó oficialmente el «comandante» ruso de la expedición, Sergei Ryazansky, a sus superiores de la agencia espacial rusa Roskosmos.

Los voluntarios fueron llevados a continuación a un control médico y se espera que den una conferencia durante la tarde.

El objetivo del experimento era estudiar los efectos psicológicos y fisiológicos de un largo encierro, especialmente sobre el estrés, la regulación hormonal, la inmunidad, la calidad del sueño y el humor en el seno de la tripulación.

Mientras su módulo permaneció en tierra firme en el Instituto Ruso para los Problemas Biomédicos (IBMP) de Moscú, el ensayo recreó las condiciones exactas de una misión real a Marte, incluyendo un aterrizaje en la superficie marciana, demoras de 20 minutos en las comunicaciones y situaciones de emergencia inesperadas.

El francés Cyrille Fournier, piloto de Air France, y el alemán Oliver Knickel, ingeniero militar, fueron elegidos por la Agencia Espacial Europea (AEE) entre 5.650 candidatos.

Sus compañeros rusos eran dos cosmonautas, un médico y un especialista en cuestiones fí­sicas y deportivas.

Los seis hombres vivieron estos tres meses en unas instalaciones de 550 metros cúbicos con diminutas habitaciones individuales de un máximo de 3,2 metros cuadrados.

Desde que se cerró la escotilla el 31 de marzo, sus únicas posibilidades de dejar el módulo eran en caso de enfermedad u otros factores que pudiesen forzar a un voluntario a abandonar el experimento. Sin embargo todos ellos lograron llegar al final del programa sin mayores problemas.

«Ninguno de nosotros puede negar haber estado esperando volver a la vida normal, pero todos nosotros tendremos también recuerdos especiales de los meses pasados como un evento extraordinario y un desafí­o superado con éxito en nuestras vidas», escribió el participante alemán, Oliver Knickel, en una entrada final del diario de a bordo antes de dejar el habitáculo.

«Debo admitir que perdí­ por completo la noción del tiempo a largo plazo… No tengo idea de la duración total del tiempo que pasamos dentro del módulo», añadió en el diario publicado en la página web de la Agencia Espacial Europea.

La etapa siguiente, prevista a fines de año, consistirá en encerrar a seis personas en el módulo durante 520 dí­as, la duración total estimada de una misión a Marte.

En el mejor de los casos, un vuelo de ida y vuelta de la Tierra a Marte, que la Agencia Espacial Europea piensa poder llevar a cabo sobre 2030, tomarí­a 520 dí­as: 250 para la ida, 30 in situ y 240 para la vuelta.

La agencias espaciales europea (AEE) y estadounidense (NASA) han estimado, por separado, en unas tres décadas el periodo necesario antes de poder realizar vuelos tripulados a Marte.

La distancia del Planeta Rojo a la Tierra varí­a entre 55 y más de 400 millones de kilómetros.