El gobierno del presidente Otto Pérez Molina lidia de nuevo con inconvenientes en su Gabinete. Es el turno del quinto funcionario que gira la atención sobre sí y el tercero que sale del equipo del mandatario.
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El Presidente dijo que la renuncia del viceministro de Desarrollo Edgar Contreras, se dio desde la semana pasada, pues según indicó Pérez Molina, «nos enteramos de algunos problemitas» y por ello, «inmediatamente dijimos que la Ministra -Luz Lainfiesta- procediera a hacer lo que tiene que hacer».
Este es el quinto caso que genera inconvenientes al equipo de gobierno luego del viceministro de Cultura y Deportes Devick Osorio; del ministro de Finanzas, Pavel Centeno; el de Salud, Francisco Arredondo y el último, también de Salud, Jorge Villavicencio.
Sin embargo, en el caso de Centeno y Arredondo, las cosas serían diferentes, pues con el primero, la renuncia, que no fue aceptada por el mandatario, se debía a la supuesta presión que sobre su trabajo ejercía la interpelación que en el Congreso le llevaban a cabo algunos diputados.
Sobre Arredondo, la situación fue que presentó su renuncia por supuestos problemas en su salud.
Con Osorio, supuestamente ocupaba dos puestos en la administración pública y tenía reparos por parte de la Contraloría, situación que fue denunciada por la vicepresidenta Roxana Baldetti.
Y Jorge Villavicencio, que no acreditaba su finiquito extendido por la Contraloría General de Cuentas porque tenía reparos pendientes y el mandatario lo confirmó en el cargo.
Luz Lainfiesta, jefa de la cartera de Desarrollo Social, expresó que espera que Contreras haga una aclaración pública para conocer si los señalamientos por supuesto lavado de dinero son ciertos o no.
La carta de renuncia de Contreras fue recibida el 16 de mayo, según Lainfiesta, quien indicó que ya hizo una propuesta para la sustitución del exviceministro, que espera sea tomada en cuenta.
Para Javier Brolo, analista sociopolítico de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), debe considerarse que fue positivo que se designara a los responsables de las diferentes carteras en un tiempo prudencial y anticipado, luego de que se anunciara como ganador de las últimas elecciones al ahora partido gobernante.
Esto “fue útil en generar confianza por parte de la ciudadanía (…) y que los ministros llegaran a ejercer su puesto teniendo una idea más clara de cuál era la situación del país”, apuntó Brolo.
Sin embargo, una vez que tomaron el cargo, estos aspectos de señalamientos, “han debilitado o desgastado esa fortaleza que el Gabinete del Ejecutivo había adquirido antes de tomar posesión”, por lo que las dificultades que el gobierno ha enfrentado en cada caso “han sido desgastantes para la credibilidad que había adquirido el Ejecutivo”, finalizó el analista.