Tensos aprietos en la Usac


Eduardo-Villatoro-2013

El artículo que publiqué el sábado anterior respecto a la obsesión del Presidente de “honrar la deuda” a constructores de obras públicas, aunque no fue contraída por la administración que encabeza –argumenta–, sino por gobiernos anteriores, y la renuencia de no trasladar a la Universidad de San Carlos los recursos que no le asignó el régimen presidido por Álvaro Colom, además de que no alude a la multimillonaria deuda del Estado al IGSS, provocó la reacción de algunos lectores, dos de los cuales me llaman la atención, además del aporte de un tercero, que pospongo para próxima entrega.

Eduardo Villatoro


Alexis Carreño ciertamente aborda una faceta sensible respecto a la Usac, aunque no enfoca la sustancia del tema, pero sí asevera que en la universidad estatal “Se despilfarra el pisto, como si el rector y su combo fuesen jeques petroleros”.
 
Aparte de esa aseveración que no es aislada, también se ha rumoreado que supuestamente en la Usac se autoriza la construcción de edificios y otras obras a empresas que destinan presunta comisión del 15%, que hipotéticamente serviría para financiar la eventual candidatura presidencial del rector Estuardo Gálvez, sin que exista evidencia de ese señalamiento relativo a incierta corrupción en la universidad nacional.

Otra persona que se identifica con el nombre de Rodrigo Alfonso Ponce envió una acotación que cito textualmente: “La USAC debe cuotas patronales al IGSS a pesar de que la USAC tiene dos delegados en la junta directiva del seguro social Además la USAC no tiene integradas sus cuentas al sistema de contabilidad integrado SICOIN y tiene reparos no desvanecidos en la contraloría de cuentas. LA USAC TIENE TECHO DE VIDRIO” (sic).

Esa anotación cobra más relieve si efectivamente proviene del representante de la Usac en la Junta Monetaria (y que no se trata de una usurpación nominal), porque previamente en el Consejo Superior Universitario (CSU) y en declaraciones públicas expresó su categórica oposición a mayor endeudamiento estatal, pero al momento de discutirse el asunto en el cuerpo colegiado que rige la política monetaria, cambiaria y crediticia del Estado, por extrañas razones votó a favor de la propuesta del Gobierno que, desde el punto de vista del Presidente y sus colaboradores incluye “honrar la deuda” a contratistas que ejecutaron obras de pésima calidad, las dejaron a medias o no las iniciaron; aunque aparentemente la bancada oficialista se retractó.
 
Tal transmutación despertó sospechas entre editorialistas, analistas y columnistas que rechazan mayor endeudamiento del Estado, sobre todo si un porcentaje es utilizado para pagar otras deudas; pero la reacción más endurecida surgió de la rectoría de la Usac y del CSU, al desconocer a Ponce como su representante en la Junta Monetaria, y le exigieron que renunciara al cargo que ostenta en la JM, pero éste no se inmutó y continúa en su calidad de delegado de la universidad nacional en ese órgano superior del Banco de Guatemala, sin que su postura esté aparentemente vinculada a las jugosas dietas que perciben los miembros de ese ente, que incluye a tres ministros de Estado, el presidente de la banca central y representantes del Congreso, del Cacif y de la banca privada. Los dos últimos, inusitadamente, votaron en contra de la iniciativa presidencial.
 
(Lamento mucho la violenta muerte de la joven Ana Gabriela Casasola Ramírez, en Chiquimula. Mis condolencias a sus apesarados padres, especialmente a su abuela, mi queridísima amiga y paisana Sonia Artemisa Díaz).