Una gran tensión reinaba hoy en los territorios palestinos tras los enfrentamientos de ayer entre Fatah y Hamas que causaron ocho muertos y 60 heridos, mientras los líderes de ambas facciones pedían calma y la retirada de los hombres armados de las calles de Gaza.
Paralelamente, el fotógrafo Jaime Rázuri, secuestrado el lunes en Gaza, seguía hoy en manos de sus captores, que no han transmitido ninguna información ni reivindicaciones.
Prosiguen mientras tanto los esfuerzos diplomáticos para tratar de obtener la liberación del fotógrafo peruano de 50 años. El viceministro de Relaciones Exteriores de Perú, Gonzalo Gutiérrez, llegó a Jerusalén.
En recuadros publicados en la prensa palestina, la Agencia France Presse pidió su liberación: «LLamamos a la liberación inmediata de nuestro fotógrafo, Jaime Rázuri, de nacionalidad peruana, que fue secuestrado el 1 de enero en Gaza».
«La AFP es una agencia de prensa imparcial, cuya única preocupación es cubrir todos los aspectos de una historia. Jaime vino a Gaza para mostrar al mundo, a través de sus fotografías, el lado palestino de la historia», agrega el recuadro.
Los gobiernos francés y peruano, así como los principales grupos y movimientos palestinos, han condenado el secuestro y exigen la liberación inmediata y sin condiciones de Jaime Rázuri.
Este fotógrafo fue secuestrado por cuatro hombres armados cuando volvía de un reportaje en Gaza, en compañía de un chofer y de un intérprete. Ningún grupo ha reivindicado su secuestro.
La situación de extrema tensión que se vive en los territorios por la violencia interpalestina ha provocado la reacción de la comunidad internacional.
El presidente estadounidense, George W. Bush, acordó con Alemania dar un nuevo impulso al proceso de paz en Oriente Medio y dijo que enviará «pronto» a la región a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, líder de Fatah, y el primer ministro, Ismael Haniyeh, miembro del movimiento radical Hamas, pidieron anoche «calma y la retirada de los hombres armados», tras los enfrentamientos que se saldaron con ocho muertos.
Entre las víctimas figura un coronel de la Seguridad Preventiva, órgano fiel al Fatah, cuya casa fue asediada por decenas de hombres de Hamas que lanzaron granadas, cohetes antitanque y ráfagas de armas automáticas, según una fuente de la seguridad.
Abdel Hakim Awad, un portavoz de Fatah, acusó a Hamas de haber «destruido todas las líneas rojas con esta masacre y este crimen horrendo».
Una relativa calma volvió hoy por la mañana a la calles de Gaza, donde miembros de los servicios de seguridad fieles a Abas reemplazaron a los hombres armados.
La violencia interpalestina, frecuente en la franja de Gaza tras la victoria de Hamas en las elecciones legislativas de enero de 2006, aumentó de intensidad después de que Abas convocara el pasado 16 de diciembre a nuevos comicios anticipados para desbloquear la crisis político-financiera que paraliza a la Autoridad Palestina.
Hamas tildó la decisión del presidente palestino de «golpe de Estado».