Temor de nueva crisis de deuda


Imagen de las protestas realizadas ayer en España. Europa podrí­a no haber dejado atrás la crisis de la deuda soberana que sacudió sus cimientos hace unos meses. TOPSHOTS/AFP PHOTO/ JOSEP LAGO

Europa podrí­a no haber dejado atrás la crisis de la deuda soberana que sacudió sus cimientos hace unos meses, después de que hoy Moody»s rebajara la nota de España, Irlanda previera un déficit exorbitante para 2010 y Portugal fuera conminado a reformar su economí­a.


El gobierno irlandés anunció que el déficit público del paí­s alcanzará el 32% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2010, debido esencialmente al rescate del Anglo Irish Bank, cuyo coste fue revisado fuertemente al alza.

A pesar de esta astronómica cifra, Dublí­n reiteró su compromiso de reducir su agujero deficitario al 3% en 2014.

La deuda pública irlandesa también se disparará, hasta 98,6% del PIB frente a 64% en 2009.

Frente al abismo financiero y la preocupación de los mercados, Dublí­n aseguró que no necesitará tomar prestado fondos suplementarios y Europa también se cuidó de dejar claro que no deberá correr en ayuda de los irlandeses.

«No tengo la impresión de que Irlanda vaya a necesitar refugiarse bajo el paraguas europeo», declaró el jefe de fila de los ministros de Finanzas de los 16 paí­ses de la Eurozona, Jean-Claude Juncker.

«Pensamos que el gobierno irlandés podrá resolver su problema sin tener que recurrir al fondo de rescate» europeo, agregó Juncker, al llegar a una reunión informal de los ministros en Bruselas.

El fondo europeo fue creado en mayo para socorrer a los paí­ses de la zona euro en grandes dificultades financieras, tras la crisis presupuestaria de Grecia que obligó a aprobar un plan de rescate internacional y los temores que se cernieron sobre otros socios muy endeudados, como Irlanda, Portugal y España.

Con una dotación de hasta 750.000 millones de euros, que serí­an aportados en forma de garantí­as por los paí­ses de la Eurozona y el Fondo Monetario Internacional (FMI), ese mecanismo está «operativo» y «preparado», pero no se espera que sea utilizado, juzgó hoy su director, Klaus Regling.

Pero las señales de alarma siguen activándose en otros paí­ses miembros de la zona euro.

Moody»s retiró su nota máxima, «AAA», a España, debido al «deterioro considerable de la solidez financiera del gobierno», quitando el último sobresaliente que le quedaba entre las principales agencias de calificación.

La dependencia del paí­s respecto a los mercados, susceptibles de atravesar nuevas fases de inestabilidad, es otro argumento del que se vale Moody»s para rebajar la nota española a «AA1», al dí­a siguiente de que una huelga general movilizara el paí­s contra las reformas laborales del gobierno.

No obstante, la agencia avaló el proyecto de los presupuestos para 2011, marcado por la austeridad y presentado este jueves en el Parlamento español.

Otro paí­s en dificultades financieras, Portugal, sometido a una creciente presión de los mercados por el alza de las tasas interés sobre su deuda, fue exhortado por sus socios de la Eurozona a reformar su economí­a, en especial el mercado laboral.

«Exhortamos a las autoridades lusas a apoyar las medidas presupuestarias» tomadas para reducir el déficit público nacional «con reformas estructurales suplementarias, completas, ambiciosas y susceptibles de reforzar el potencial de crecimiento» del paí­s, señaló Juncker.

El gobierno luso presentó el miércoles un paquete de medidas de austeridad para 2011, con una rebaja salarial para los funcionarios y un alza de impuestos.

«Los mercados dieron señales de inquietud en cuanto a la situación de Portugal. Espero que con las nuevas medidas recuperemos la confianza», indicó el ministro luso de Finanzas, Fernando Teixeira Dos Santos, al llegar a Bruselas.