Temeridad irresponsable de automovilistas


No he olvidado la lección que me enseñó un policí­a nacional hace muchos años, cuando era novato reportero, y un fin de semana í­bamos a la playa con mi mujer y los dos primeros hijos. Yo conducí­a un Opelito de tercera mano y bajaba aceleradamente las pendientes.

Eduardo Villatoro

Me marcó el alto el motorista uniformado. Detuve la marcha  y antes de que el agente me pidiera los documentos del caso, le mostré mi licencia de conducir, colocada en una portatarjetas que también contení­a mi carné de periodista. La manipulé con la diestra para que el policí­a se diera cuenta de mi condición de reportero. Leyó los documentos emplasticazos, uno junto al otro, y luego, viéndome a los ojos, preguntó sarcásticamente: -¿Usted cree que sólo por portar su credencial de periodista no puede sufrir un accidente y que su esposa y sus hijitos no queden heridos o que mueran?

Traigo a colación esta anécdota a propósito de las protestas públicas de  automovilistas que se quejan de que agentes de las empresas de tránsito de los municipios de Guatemala y Mixco los han sancionado por conducir a altas velocidades,  sobre todo en las Calzadas Roosevelt y San Juan y en el descenso de San Lucas a la capital.

No se trata de defender oficiosamente a esas dependencias edilicias, sino de intentar hacer conciencia entre los pilotos de carros particulares y autobuses urbanos y de rutas cortas sobre los peligros a que se exponen y que arriesgan a terceras personas. En las dos arterias citadas y en otras he visto la manera  irresponsable de automovilistas que manejan intrépidamente, ante el asombro de  pilotos de otros vehí­culos que se desplazan moderadamente y el susto de peatones que caminan en las banquetas.

En el caso de la pendiente que enlaza a San Lucas con la ciudad de Guatemala, en un tramo que corresponde a la ruta Interamericana, inicialmente los técnicos de Emixtra aconsejaron a los funcionarios de ese ente que el lí­mite de velocidad se fijara en 70 kilómetros por hora; pero ante las protestas de personas que vienen de Antigua, Chimaltenango, el propio San Lucas y otras poblaciones dormitorio de esa área, es decir, no son vecinos de los municipios de Guatemala y Mixco, se amplió la barrera a 80 kilómetros por hora; pero para ser más flexibles -o aguados, digo yo- actualmente el lí­mite es de 90 kilómetros por hora, pese a un informe de la Dirección General de Caminos, que tengo a la mano, cuyos expertos le informaron al alcalde Amí­lcar Rivera que el tramo entre los kilómetros 12.50 y 25.50 de esa ruta, en jurisdicción de Mixco, el diseño de la carretera y los análisis efectuados indican que la velocidad promedio debe ser de 70 kilómetros por hora, pero lo recomendable es mantener una velocidad constante de 60 kilómetros por hora, para seguridad de los conductores y pasajeros. ¿Se entiende?

(El automovilista Romualdo Tishudo, más bolo que socado, oye en la radio: -Tengan mucho cuidado porque en el Anillo Periférico, de sur a norte, va manejando un desquiciado contra la ví­a. Mi amigo murmura: -¡Un chofer será la chingada! ¡Miles son los que vienen contra la ví­a en la que yo voy!)