Al menos nueve diputados menores de 30 años serí­an oficializados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), en caso de que los resultados queden como extraoficialmente se estarí­an dando hasta el momento.

Entre estos, en enero próximo estarí­an ocupando una curul en el Congreso nueve diputados entre 18 y 30 años de edad. Sin embargo, expertos opinan que por la poca experiencia, polí­tica y profesional, podrí­an ser objetos de manipulación, sobre todo aquellos que tienen ví­nculos familiares con otras figuras polí­ticas más experimentadas.

Entre ellos, por ejemplo, se encuentra Mario Estrada, de 22 años, hijo homónimo del expresidenciable de la Unión del Cambio Nacional (UCN), quien logró ingresar electo por el listado nacional.

Del mismo modo, Carlos Martí­nez, de 28 años, quien entró junto a su padre, Jaime Martí­nez Lohayza, ambos como diputados por Jutiapa de la Gran Alianza Nacional (Gana), y actual secretario general de ese partido.

Asimismo, se encuentra el diputado que será reconocido como el congresista más joven de la historia, Juan Manuel Giordano Estrada, de 19 años, electo como diputado por San Marcos a través de la planilla de Compromiso, Renovación y Orden (Creo). í‰l es hijo del actual diputado homónimo, y que representa a la bancada del Partido Patriota. Pese a ser electo por Creo, Giordano Jr. ha apoyado públicamente a Otto Pérez Molina para la segunda vuelta.

Otro familiar, pero en segundo grado, que ocupará curul junto a s pariente es Felipe Alejos, de 26 años, primo del actual presidente del Congreso, Roberto Alejos. Y, otro candidato que es notorio por su parentesco es Hugo Morán Tobar, diputado electo por el Partido de Avanzada Nacional, de 26 años, hijo del coronel Hugo Morán.

Otros candidatos con menos de 30 años, son: por el Partido Patriota (PP), Luis José Fernández, Catarina Pastor Pérez y Marco Lemus, todos de 30 años, y Marco Aurelio Pineda de 22 años.

INEXPERIENCIA

Aunque las leyes del paí­s no estipula una edad mí­nima de los ciudadanos para optar a una curul del Congreso, analistas estiman que la inexperiencia de los antes mencionados, unido a sus ví­nculos familiares con figuras más experimentadas, hace suponer que no tendrán la total independencia en sus decisiones, y que, en dado caso, se constituyen como un voto más para el “clan familiar”.

Para José Carlos Sanabria, analista polí­tico de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), esto demuestra que “los partidos polí­ticos son estructuras bastantes autoritarias, no democráticas a la hora de elegir a sus candidatos”, en relación a la influencia  de familiares en algunos cargos.

A decir de Sanabria, la renovación dela Congreso no debe medirse únicamente en términos de personas nuevas con menor edad, sino en la mejora de las prácticas, mayor transparencia y respeto a los acuerdos. Pese a ello, la debilidad que tienen estos nuevos parlamentarios se debe a la poca trayectoria polí­tica y falta de experiencia que los puede llevar al transfuguismo, como ya lo demostró el caso de Giordano.

“Una debilidad cultural en el sistema de partidos polí­ticos es la poca fuerza ideológica que tienen los partidarios”, dice el entrevistado.

Para Adrián Zapata, director del Instituto de Análisis de los Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Ipnusac), la falta de experiencia no debe ser un obstáculo para asumir una responsabilidad “es necesario renovar las instituciones el criterio de falta de experiencia es descalificador”.

Sin embargo, agrega, los ví­nculos familiares de estos diputados reflejan el nepotismo en relación a los partidos polí­ticos, “es preocupante que los cargos a elección popular se pasan a los parientes, aunque hay que analizar si ellos ganaron el puesto por mérito propio o por sus padres”.

Por lo que para que los jóvenes parlamentarios sean libres de posibles manipulaciones, Zapata recomienda que se empiece a hacer un trabajo partidario entre los diputados  con experiencia y lo jóvenes que recién ingresan al Congreso.