Temen a la radiación


temen_a_la_radiacion_01062011

Dos de las principales estrellas de la Metropolitan Opera de Nueva York decidieron no participar en una gira por Japón, argumentando temores de contaminación con radiactividad y forzando a la compañí­a a buscar reemplazos de última hora.

Por ERIC TALMADGE
TOKIO / Agencia AP

La soprano Anna Netrebko y el tenor Joseph Calleja anunciaron apenas dí­as antes de la presentación inicial que no participarí­an en la gira por Tokio y Nagoya, pese a que expertos aseguraron que serí­a segura, dijo el martes el gerente general de la Met, Peter Gelb.

«Parte de lo que hace de la ópera una forma artí­stica tan excitante es que es muy impredecible», dijo Gelb. «Si existiese una cláusula de racionalidad en los contratos de los cantantes de ópera, no habrí­a muchos cantantes de ópera».

Japón fue azotado por un devastador terremoto y consiguiente tsunami el 11 de marzo, con un saldo de unos 25.000 muertos. El desastre dañó severamente una planta nuclear al norte de Tokio, que sufrió derrames radiactivos. la planta sigue inestable, aunque los derrames han declinado substancialmente.

Tokio registró brevemente niveles más altos que lo normal en el aire y el agua, pero ya han regresado a los niveles pre tsunami. Nunca hubo preocupaciones cientí­ficas sobre radiación en Nagoya, que está mucho más lejos.

El desastre y la incertidumbre que éste generó han causado una serie de cancelaciones de conciertos, y la escena artí­stica está apenas ahora regresando a la normalidad. Además de eventos deportivos y de música pop, fueron cancelados también conciertos del Coro de Niños de Viena, la Orquesta de Lyon, la Orquesta de Cámara de Stuttgart y las violinistas Hillary Hahn y Anne Sophie Mutter.

No todos los artistas han cancelado. El mes pasado, el tenor Plácido Domingo actuó en Japón y posteriormente donó 200.000 dólares.

Aún así­, Gelb dijo que Netrebko, que es rusa, decidió no participar en la gira por temores a la radiación y porque, dijo, ella tení­a amigos que murieron de cáncer tras el desastre de Chernobil en 1989. Gelb dice que la soprano le dijo que estaba tan angustiada que no hubiera podido cantar bien y habrí­a decepcionado al público.

Calleja dijo también que estaba preocupado por su salud.