El pasado 16 de junio, el Teatro Nacional Miguel Ángel Asturias cumplió 36 años desde su inauguración en 1978. En su aniversario se recuerdan los detalles más importantes de su planeación, construcción, mantenimiento y relevancia histórica.
HISTORIA
El comienzo de la construcción inició el 16 de noviembre de 1961, durante la administración del expresidente, Miguel Ydígoras Fuentes.
De acuerdo a información histórica proporcionada por autoridades del Teatro, “la construcción de este complejo -fue- histórico, porque para llegar a su finalización el proyecto sufrió varias transformaciones y retrasos… más que todo por la poca preocupación de las autoridades… durante el largo periodo de su realización”.
El proyecto fue encomendado al arquitecto Marco Vinicio Asturias, quien visualizaba que el complejo ocupara varias manzanas de tierra, lo cual planeaba lograr mediante la expropiación de las casas a los propietarios vecinos.
El objetivo de esto se basó en que la construcción incluiría, además del Centro Cultural, la existencia de un Centro Turístico, que tuviese un amplio mirador, pero los planes no se llevaron a cabo debido a la muerte del arquitecto Asturias. Esto derivó en el detenimiento de la obra a lo largo de seis meses.
Así fue que la obra quedó en manos del ingeniero y artista, Efraín Recinos, quien se trazó como meta superar la dificultad de la arquitectura nacional ya impuesta, para así incorporar a la edificación sus innovadoras ideas, “llenas de dinamismo y riqueza escultórica”.
“Su abstracto diseño rompe con la tradicional figura de las construcciones del Centro cívico de… la capital”, refiere la historia del Centro. El Teatro Nacional (TN) es el producto de una mente privilegiada, que “pareciera –haber trasladado- un tempo de Tikal… a la colonia de la Cultura, con su visión del futuro”.
Así, la arquitectura del TN presume una conciencia romántica y exaltada que se traduce a una volumétrica escultura sensual y barroca.
DETALLES
La primera parte en ser finalizada fue el Teatro de Cámara “Hugo Carrillo”, el cual cuenta con 305 butacas. Esta sala fue planeada como el espacio ideal para albergar recitales de música, poesía, presentaciones de escenificación pequeñas, conferencias o mesas redondas.
Por su lado, la Gran Sala “Efraín Recinos” cuenta con 2 mil 33 butacas repartidas en tres niveles, y con una Concha Acústica que da cupo a 300 personas del coro y un foso para 100 instrumentistas. Además, el Teatro tiene 15 camerinos individuales y 170 camerinos generales los cuales tienen capacidad para maquillar a 500 artistas en un promedio de treinta minutos.
El Teatro al Aire Libre “Otto René Castillo” tiene capacidad para 1 mil 500 espectadores.
“El Centro Cultural Miguel Ángel Asturias es un verdadero manantial de diversión y arte, sus dinámicas formas se integran al… paisaje de montañas y volcanes, sus colores blanco y azul, se integran al… cielo”. Es TN el principal emisor de presentaciones artísticas, culturales, políticas y sociales promoviendo la cultura y el folklore nacional.
CENTRO CULTURAL
Para mayo de 1979, se le denominó como Centro Cultural al complejo que es conformado por la Gran Sala “Efraín Recinos”, el Teatro de Cámara “Hugo Carrillo”, el Teatro al Aire Libre, la Escuela de Artes Plásticas (Enap) y el Castillo de San José Buena Vista, incluyendo los jardines, plazas y parqueos del lugar.
Años después, el decreto legislativo 35-87 concedió otro nombre a este complejo que antes se llamaba Centro Cultural de Guatemala, el cual pasó a conocerse como el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias (CCMAA), en honor al Premio Nobel en Literatura.
Hoy, los diferentes espacios, interiores y exteriores del Teatro cuentan la historia de arte de Recinos, trasluciendo una vida de dedicación y esmero, que van acompañadas por una paleta de colores en casi todos sus muros y un especial aroma que desemboca en la creación de momentos, duraderos en la memoria de quienes visitan este famoso Teatro.