Taxis «vochos» se resisten a salir de la ciudad de México


El legendario taxi Volkswagen Escarabajo, bautizado como «Vocho» en México, se resiste a salir de las calles de la capital, a pesar de que las autoridades buscan renovar el parque vehicular.


Los trabajadores del volante se niegan a renunciar al vocho porque «es muy rentable en cuestión de economí­a, de gasolina, de refacciones y mucha gente lo busca», opinó Roberto Hernández, propietario de uno.

El automóvil, fácilmente identificable por su forma redondeada y sus colores verde perico y blanco, es uno de los í­conos del paisaje urbano en la capital, pero la legislación vigente establece que los taxis que circulan en la ciudad de México deberán tener una antigí¼edad máxima de 10 años.

«Mire, le voy a confesar una cosa, este coche es 94, pero usted sabe que en este paí­s todo se puede y que con dinero pasa la revista. Este es el último año, yo tengo cuatro años de más en el servicio», explicó el taxista Ví­ctor Elí­as a una periodista de la AFP.

En julio de 2003 la empresa alemana despidió con música de mariachis al último Escarabajo que se fabricó en su planta de Puebla, en el centro del paí­s, quedando definitivamente descontinuado.

De acuerdo con Jorge Romero Herrera, diputado del Distrito Federal y miembro de la Comisión de Transporte de la Asamblea Legilativa del D.F., en la ciudad circulan unos 135.000 taxis, de los cuales cerca de la mitad son vochos.

«Hay muchas vueltas a la ley» dijo Romero Herrera, reconociendo la corrupción que existe en los servicios que otorgan los permisos para taxis.

«Somos muchos los que manejamos vochos de más de 10 años, yo no voy a entregar el mí­o para recibir esos 15.000 pesos, no me alcanzarí­a para comprar otro coche. Nada más hay que echar una lanita (dinero) a la gente de la Setravi (Secretarí­a de Transporte y Vialidad)» para obtener la renovación de la licencia, señaló Alfredo Rodrí­guez, conductor de 40 años que conduce un Volkswagen escarabajo modelo 1996.

Las autoridades proponen a los propietarios que entreguen las unidades viejas para recibir a cambio una cantidad de aproximadamente 15.000 pesos (1.363 dólares) para adquirir uno nuevo.

Ví­ctor Elí­as consideró que paulatinamente «la gente se está acostumbrando a que queda poco vocho, pero prefiere el vochito que el carro de cuatro puertas, dicen que por lo barato o por la comodidad».

Pero admite con resignación que ya no podrá «tener otro vocho. Tengo que sacar un Chevy o un Atos, porque ya ni siquiera lo fabrican».

Por su parte Alejandro Rodrí­guez, representante de la Asociación de Taxistas Independientes del Oriente, que agrupa a unos 500 taxis, opina que el programa de renovación del transporte público es una muy buena noticia.

«Me parece excelente porque los que ya cumplen su vida útil tienen que irse sustituyendo, la idea es mantener un equilibrio ecológico y el Volkswagen es una de las unidades que más contamina», puntualizó.

El lí­der de taxistas dijo que otras empresas de automóviles como la Nissan están ofreciendo planes a los trabajadores del volante, quienes sólo tienen que demostrar que son taxistas para sacar un coche a financiamiento, con únicamente 3.000 pesos (272 dólares) de pago inicial.