España tuvo que pagar tasas de interés repentinamente altas para recaudar cerca de 4.300 millones de dólares (3.000 millones de euros) en dos subastas de bonos a corto plazo, mientras los inversionistas siguen preocupados pese al nuevo paquete de rescate otorgado a Grecia la semana pasada.
El Tesoro vendió hoy 3.097 millones de dólares (2.140 millones de euros) en letras de cambio pero los inversionistas exigieron una tasa de interés del 2,5%, superior al 1,8% de la subasta de este tipo efectuada el 21 de junio.
El gobierno español vendió 1.085 millones de dólares en bonos a tres meses con un interés del 2%, superior al 1,6%.
La demanda representó el doble de la cantidad ofrecida por los bonos a seis meses mientras que en la categoría de tres meses hubo seis veces más demanda de lo esperado.
España, con una tasa de desempleo del 21% y un déficit muy alto, ha observado un aumento de interés mientras los inversionistas exigen mayores primas ante la preocupación de que puedan ser arrastrados a una crisis de endeudamiento.