Lo que debiera de haber finalizado como toda una fiesta deportiva con motivo de la celebración de la segunda fecha del Campeonato Nacional de Automovilismo 2007, terminó por convertirse en una tarde fatídica por el accidente que le cegó la vida a uno de los máximos exponentes del automovilismo guatemalteco.
El incidente se dio al final de la meta principal de Los Volcanes, cuando el ahora desaparecido Pedro Cofiño se reunía con un grupo de pilotos de su equipo para indicarles que la prueba más importante del evento (Modificada GT1-GT2-GT) se adelantaría de horario debido a la amenaza de una fuerte lluvia.
De repente uno de los vehículos de la competencia se estrelló en el costado izquierdo de la pista y perdió el control, lo que hizo que fuera a parar justo donde estaba Cofiño y su grupo de conductores, quienes aún pudieron esquivar el automotor desequilibrado.
Minutos más tarde, Pedro Cofiño era trasladado en helicóptero hacia el hospital de Escuintla, donde a su ingreso dejó de existir.
Varios pilotos que se hicieron presentes al centro asistencial de Escuintla indicaron que la figura de Cofiño sería muy difícil de olvidar debido a que fue uno de los impulsores del automovilismo en Guatemala y en Centroamérica.
Fiscales del Ministerio Público refirieron que la muerte del empresario fue por golpes, heridas, erosiones de cráneo encefálico grado cinco, así como paro cardíaco.
«Trató de trasladarse a Pedro hacia un centro asistencial de la capital pero por las condiciones del tiempo se tuvo que llevar a Escuintla. Cofiño fue uno de los creadores del autódromo Los Volcanes», observó Jaime Vigoña, presidente de la Junta Directiva de Los Volcanes.