Cuando Quentin Tarantino ganó en 1994 la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes por «Pulp Fiction» («Tiempos violentos»), chocó con los cinco actores del filme, saltó al escenario donde lo aguardaba el presidente del jurado Clint Eastwood, y de inmediato le respondió a un objetante mostrándole el dedo del medio.
La audaz película llegó a Cannes hace 20 años. Y ayer, Tarantino regresó a la escena del crimen.
«Ganar la Palma de Oro ha seguido siendo hasta este día, en cuanto a laureles se refiere, absoluta y positivamente el más grande de mis logros», dijo Tarantino a reporteros. «De todos los trofeos que he recibido, es el que conservo en el sitio de mayor honor en mi casa. Es el que quiero volver a ganar algún día antes de que la luz se apague».
Pocos filmes han ocasionado el tipo de conmoción que causó «Pulp Fiction» hace dos décadas. Aunque aceptó que su impacto revolucionario influyó al cine por años, dijo que simplemente fue parte de «un movimiento en el aire» para acabar con las cintas más ligeras y poco arriesgadas de los años 80.
Pero Tarantino estaba más interesado en hablar del presente que del pasado.
«Hasta donde yo sé, la proyección digital y los DCP (paquetes de cine digital) son la muerte del cine como yo lo conozco», indicó Tarantino. «El hecho de que la mayoría de las películas de hoy no se presenten en 35 milímetros significa que la guerra está perdida. Las proyecciones digitales son sólo televisión en público. Y al parecer todo el mundo está bien con la televisión en público. Pero lo que yo conocí como cine ha muerto».
Tarantino se encontraba en Cannes para proyectar «Pulp Fiction» en 35mm ayer por la noche en la playa, así como para presentar una función por el 50 aniversario de «Por un puñado de dólares» de Sergio Leone, que cerrará el festival el sábado. Dijo que «A Fistful of Dollars» no sólo marcó el nacimiento del Spaghetti Western, sino «el nacimiento del género de cine de acción» por fusionar su acción con la prominente música de Ennio Morricone.
El guionista y director también comentó sobre otros proyectos. Dijo que tras realizar una lectura en vivo de su guion de «Hatefield Eight» en abril, está reconsiderando su proclamación de que no lo volvería a hacerlo jamás luego que se filtró a Internet. Tarantino presentó una demanda contra Gawker Media por la filtración.
«Ya veremos. Todavía estoy escribiendo el guion», dijo. «Me he calmado un poco. La puñalada por la espalda ha empezado a sanar».
Y agregó: «Quizás lo filme. Quizás lo publique. Quizás lo lleve al teatro porque me di cuenta de que funcionaría muy bien. Quizás haga las tres cosas, ya veremos».
También dijo que tiene unos 90 minutos de imágenes que no usó de su western de venganza «Django Unchained» que está considerando combinar con el filme para crear una miniserie de cuatro horas para televisión.
A diferencia de muchos directores, expresó que a él le encanta volver a ver sus películas y que lo hace cada vez que se tropieza con una en la televisión. Siente pena por cineastas que no reciben ese tipo de placer de su propio trabajo.
«De todas maneras, siempre he hecho mis películas para mí», dijo con una sonrisa.