A casi dos meses de haber tomado posesión, los problemas internos en la bancada de la Unidad Nacional de la Esperanza parecen no acabar, cuatro corrientes se vislumbran, una que rinde su apoyo al presidente ílvaro Colom, la segunda a la esposa del mandatario, Sandra de Colom, la tercera al representante por Petén, Manuel Baldizón y la última a Eduardo Meyer, hoy presidente del Congreso.

Los legisladores manifiestan su inconformidad por todo, desde que no les nombren a sus simpatizantes en puestos de la administración pública hasta por la calidad de los alimentos que les sirven y a diario evidencian su inconformidad hacia su jefe de bancada, el diputado Mario Taracena, quien lejos de conciliar atiza el fuego. Taracena explica a los lectores de La Hora Polí­tica, cuál es la situación que se vive a lo interno del bloque oficial.

– Pregunta: ¿Constantemente hay manifestaciones de inconformidad en la bancada de la UNE, qué sucede?

– Respuesta: «Como es un grupo grande sí­ existen problemas, estamos en una etapa de acomodamiento, de entender cuál es la visión que el partido tiene sobre el paí­s, cuál es la estrategia que está siguiendo el Ejecutivo, en qué podemos ayudar al gobierno desde el Congreso. Todos estos detalles hacen que las cosas sean mas difí­ciles y, a eso hay que sumarle que hay mucha gente nueva que tiene que sufrir un proceso, que tiene que pagar el derecho de piso para aprender como es el juego parlamentario».

– P: Los problemas han llevado a un grupo de diputados a autodenominarse «democrático», otro está por definir su nombre, ¿cree que esto le genera desgaste al gobierno?

– R: «Sólo hay un grupo en UNE, es la Unidad Nacional de la Esperanza, un solo partido, y bajo esa sombrilla estamos todos. En un grupo tan grande, tan heterogéneo como el que tenemos es normal que haya diferentes corrientes de pensamiento, pero todas en una sola dirección. No hay diferentes grupos, somos uno solo».

– P: Pareciera que todo este tipo de presiones van dirigidas hacia su separación como jefe de bancada, ¿por qué?

– R: «No sé. En un mundo tan grande como el Congreso, donde hay l58 diputados, puede ser que hayan algunos que van tras esa lí­nea. Lo que si es claro es que no soy mister simpatí­a, que no soy la alegrí­a para todos, también estoy claro que para lograr y ser el hombre más simpático y bueno del mundo tendrí­a que quedarme callado de todos los trances y negociaciones y todas las cosas que durante 25 años de carrera polí­tica he rechazado. Yo solo puedo decir que mientras el diputado Taracena esté al frente de la bancada habrá honradez, transparencia y claridad en las cosas, no soy hombre de doble filo, no soy hombre de negocios, no soy hombre de trances, no soy tramitador de plazas, soy un legislador responsable, con una carrera polí­tica y apellido que cuidar, que no lo voy a desprestigiar por un año de servicio al paí­s. Mientras yo esté al frente de la Jefatura, las cosas se van hacer en forma recta».

– P: ¿Cree ser piedra en el zapato de algunos legisladores de su bloque?

– R: «Hay gente que mira la polí­tica como la oportunidad de su vida para hacerse rico, están equivocados, aquí­ no es un lugar para hacerse rico. El Congreso es uno de los organismos más fiscalizados del paí­s, fiscalizado por la Contralorí­a, por los sindicatos y por los l58 diputados, ellos mismos son los que pasan la información a los medios de comunicación por cualquier anomalí­a que encuentren, entonces es muy difí­cil pasar algo desapercibido en el Congreso, a menos que todos se vuelvan socios o entren en un contubernio. Talvez por eso yo no soy simpático porque trato de romper los esquemas, las veces que me han planteado negociaciones oscuras y cosas no muy claras de entradita, con la franqueza que me ha caracterizado, han recibido un rotundo no. Sobre la mesa lo que quieran, bajo la mesa nada».

– P: ¿Eso podrí­a estar ocurriendo en UNE?

– R: «Ocurre de todo el Congreso de la República. Hay gente que le quedaron malas costumbres o malas ideas, pero no se van a dar mientras Taracena esté al frente y si por eso se me complican las cosas, se me ponen más cuesta arriba, pues esos son los retos que me puso Dios. Llevó 25 años remando en contra de la corriente y nada me cuesta hacerlo un año más.

– P: ¿Se mantendrá como jefe de bancada?

– R: «Hasta el dí­a que el presidente Colom quiera, él me puso aquí­, él me puede quitar en el momento que quiera. Yo le dirí­a que pese a gozar del respaldo de todos mis compañeros diputados y haber sido electo por unanimidad, a la única persona que me debo y que le harí­a caso a la hora que me pidieran la renuncia o una cosa por el estilo serí­a al presidente Colom, a los demás que griten, lloren y todo, pero Taracena va para adelante.

– P: Pareciera ser que caminan hacia el fraccionamiento.

– R: «No, por el contrario, el partido se consolida y porque está siendo firme con sus principios, valores, mí­stica, su plan de gobierno, no está dando bandazos, ni está negociando ninguno de los valores del partido. En la medida en que el partido se sostenga y tenga claridad hacia donde va será más fuerte».

– P: En la última reunión sostenida con el presidente Colom, ¿limaron asperezas?

– R: «Sí­, hubo una reunión muy cordial, amena. Mis compañeros plantearon la agenda legislativa de sus departamentos, sus inquietudes respecto a nombramientos en la administración pública. Apenas llevamos 50 dí­as de gobernar, todos esos errores que se cometen van a ser corregidos, según lo que ofreció el Presidente, él dijo que con mucho gusto serí­a cambiado el personal cuestionado si no llenaban los requisitos y, creo que eso dejó a los diputados tranquilos, esperando que corra el tiempo para ir demostrando, en cada caso, donde se requiere un cambio y donde no».

– P: Diputados de UNE plantearon la nacionalización de DEOCSA Y DEORSA. ¿La bancada y el Ejecutivo apoyan esa propuesta?

– R: «La Constitución les da el derecho a los diputados de presentar iniciativas de ley, como tal la tenemos que respetar, pero no ha sido discutida dentro de la UNE, tampoco ha llenado los requisitos que la UNE requiere para darle su apoyo, por lo tanto no cuenta con el respaldo institucional. Creo que fue presentada de buena fe, que se está tratando de buscar el beneficio de la mayorí­a, pero en un momento donde Guatemala está entrando en una crisis energética, donde se están haciendo grandes esfuerzos para atraer inversión extranjera, no creo que sea un mensaje correcto. Esos son los puntos que tenemos que discutir con los diputados aunque lo hicieron público por sus propias pistolas, pues que disparen ellos solos verdad».

– P: Por último, ¿es cierto que los diputados se quejaron con el Presidente por la mala calidad de los alimentos que les sirven?

– R: «Mire, por mi forma de ser siempre cargo mi lonchera. Yo creo que se deberí­a quitar la comida a los diputados, sólo nos desprestigia, nos hace daño, parecemos muertos de hambre, serí­a más sano para la imagen del Congreso que cada quien se pague su comida y todos tranquilos. Si usted le pregunta a la mayorí­a de diputados ni siquiera les gusta, se sienten incómodos con esa comida, por lo regular se desperdicia y termina en manos de los trabajadores y secretarias, por eso, lo más sano serí­a cortar de una vez por todas con eso».