El grupo talibán amenazó con atacar las instalaciones que Corea del Sur tiene en Afganistán como represalia por el incumplimiento de las condiciones pactadas para la liberación de los rehenes surcoreanos la semana pasada, cuando Seúl prometió la retirada de todos sus ciudadanos del país, informó hoy la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
Qari Yousuf Ahmadi, autoproclamado portavoz de los talibanes, anunció ayer que el movimiento obtuvo informaciones sobre la permanencia de algunos surcoreanos en el país.
«Si Corea del Sur ha roto su promesa, atacaremos la Embajada surcoreana en Kabul y las instalaciones educativas a las que Seúl da apoyo», señaló.
Los diecinueve surcoreanos liberados la semana pasada tras 45 días de cautiverio a manos de los talibanes llegaron a Seúl en la mañana del domingo. Un total de 23 miembros de una organización cristiana fueron secuestrados en el centro de Afganistán el pasado 19 de julio.
Los captores asesinaron a dos de los rehenes y posteriormente dejaron en libertad a otras dos.
Como condición para la liberación del resto, Corea del Sur se comprometió a retirar de Afganistán a sus unidades de médicos e ingenieros, compuestas por 200 personas, a finales de este año, y a prohibir a misioneros cristianos la entrada en el país.
Asimismo, las autoridades surcoreanas acordaron retirar a todos sus ciudadanos de Afganistán, tras negociaciones directas entre el Gobierno de Seúl y los talibanes.