Luego que el Tribunal Séptimo de Sentencia Penal resolviera absolver de los delitos de comercio y almacenamiento ilícito de estupefacientes al señor Noé Gilberto Oliveros, propietario de las farmacias y droguerías José Gil, se solicitó que al empresario se le juzgara por otros delitos que le fueron imputados.
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En el Juzgado Undécimo de Sentencia Penal estaba programada la apertura a juicio contra Oliveros Ramírez, por los nuevos delitos de Violación a Derecho de Propiedad Industrial, no obstante, por la inasistencia de la juez vocal Patricia Veraz, la audiencia se declaró suspendida hasta nuevo aviso.
El fiscal del Ministerio Público Mynor Melgar, indicó que esta instancia realizó la compra del medicamento pediátrico, el cual se presume que fue falsificado por el ahora acusado y que afectaba la salud de los niños que lo consumían.
Melgar añadió que el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social también participó en las retenciones del medicamento de la farmacia, propiedad de Oliveros, con lo que se estableció que el medicamento era una copia ilegal de una marca protegida.
Por su parte el empresario de esta institución farmacéutica indicó que atribuye este caso a una persecución política comercial por parte del estado, añadió también que sanidad se prestó para beneficiar a otra cadena farmacéutica, de la cual se reservó el nombre.
«Esta cadena farmacéutica es una lavandería y no precisamente de ropa», subrayó el sindicado cuando le fue solicitado el nombre de quién cree que quiere afectarlo.