La Cumbre Centroamericana programada para el 8 y 9 de diciembre en Costa Rica fue suspendida ayer por petición del presidente í“scar Arias, en el último episodio de una serie de conflictos y desacuerdos que entorpecen el proceso de integración regional.
La Cancillería costarricense anunció la suspensión atribuyéndola a «las complejidades presentadas en el ejercicio de la presidencia pro témpore del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA)», que correspondió a Costa Rica en el segundo semestre de este año.
El comunicado no detalló cuáles son las «complejidades», pero una fuente diplomática dijo a la AFP que «es evidente» que los roces entre Arias y su homólogo nicaragí¼ense, Daniel Ortega, han sido un obstáculo permanente en el último tiempo para el funcionamiento de los órganos de integración del istmo.
En junio, cuando concluía su periodo como presidente del SICA, Ortega se rehusó inicialmente a entregarle el cargo a Arias, a quien correspondía por rotación, argumentando que el gobernante costarricense «no tiene un real compromiso con la integración».
Aunque finalmente accedió a entregar la presidencia pro témpore a Arias, Ortega y sus altos funcionarios se han negado sistemáticamente a participar en cualquier actividad convocada por Costa Rica.
Otras «complejidades», según los analistas, son la crisis política provocada por el golpe de Estado del 28 de junio en Honduras y la decisión del nuevo presidente panameño, Ricardo Martinelli, de retirar a su país del Parlamento Centroamericano.
«Lo que podemos ver es que la integración centroamericana está pasando por un mal momento», dijo a la AFP el economista y consultor internacional Helio Fallas, ex ministro de Planificación de Costa Rica.
«Costa Rica no tiene interés en el tema (de la integración), tan es así que el presidente Arias prefirió irse de gira por Europa y el Medio Oriente que dedicar esfuerzos a preparar la cumbre», finalmente suspendida, agregó.
Fallas afirmó que, tras la elección en Panamá de un gobierno conservador, parece estarse conformando un nuevo eje en Centroamérica, integrado por Costa Rica y Panamá, que tienen en común su visión económica liberal y una afinidad con Estados Unidos.
Este grupo tiende a alejarse del llamado «eje del norte» en que predominan los gobiernos de izquierda o centroizquierda (Nicaragua, El Salvador y Guatemala).
En Honduras, donde este fin de semana habrá elecciones, todo parece indicar que un nuevo gobierno de derecha tomará las riendas y es posible que busque un acercamiento con Costa Rica y Panamá, con lo que el proceso de integración podría encontrar nuevos obstáculos.
«Centroamérica puede buscar su incorporación al mercado mundial de dos maneras, lo hace cada país individualmente o lo logra a través de la integración regional. Indudablemente esta última posibilidad es la que más le conviene por razones múltiples», manifestó el analista.
«Hay economías de escala que se podrían aprovechar, en desarrollo tecnológico, capacitación laboral, turismo, pero para eso hay que tener una visión de largo plazo que eso es de lo que estamos careciendo en este momento», afirmó Fallas.
La presidencia pro témpore del SICA la debe asumir Panamá en enero y será este país al que le toque proponer una nueva fecha para una cumbre centroamericana.