El mal tiempo obligó hoy a 11 aviones de rastreo a interrumpir la búsqueda de fragmentos del avión malasio desaparecido en el sur del océano Índico y a regresar a su base en Pearce, cerca de la ciudad de Perth, en el oeste de Australia, informó la Autoridad de Seguridad Marítima de Australia (Amsa).
Las condiciones meteorológicas en la región eran demasiado peligrosas para que los aviones sobrevolaran la zona a baja altura. Sin embargo, los barcos que participan en la operación de búsqueda «permanecen en el lugar y siguen buscando», indicó Amsa.
Según el diario tailandés «The Nation», un satélite tailandés grabó el pasado lunes imágenes de unos 300 objetos, algunos de ellos de más de dos metros, que flotaban en el agua no lejos de la zona de búsqueda, a unos 200 kilómetros del sitio donde se supone que se precipitó al mar el Boeing 777-200 que desapareció el 8 de marzo con 239 personas a bordo cuando volaba de Kuala Lumpur a Pekín.
El periódico tailandés cita como fuente de su información al director de la Geo Informatics and Space Technology Development Agency, Anond Snidvongs.
Francia había difundido el miércoles imágenes de satélite en las que aparecen en un área de varios kilómetros más de un centenar de fragmentos que, según los expertos, podrían pertenecer al avión desaparecido.
Para poder identificar los fragmentos, o bien los aviones tienen que sacar imágenes cercanas o uno de los barcos tiene que recuperar un fragmento de las aguas, algo que hasta el momento no se ha logrado hacer.
La zona en el Índico donde se realiza la operación de búsqueda se encuentra a al menos tres horas de vuelo de cualquier punto en la tierra y tiene mala fama en medios navieros por las fuertes tormentas que allí se producen y un mar bravo con olas de varios metros de altura. Además, nubes bajas dificultan muchas veces la visibilidad.
Compañías de seguros chinas comenzaron entretanto a pagar las primeras indemnizaciones a las familias de los pasajeros y tripulantes del vuelo MH370, mientras que Malaysia Air lines se apresta a recibir demandas, según informó una empleada de la empresa aérea.
Según medios malasios, en Estados Unidos se están preparando demandas por varios millones de dólares contra la aerolínea. El periódico malasio «The Star» citó a una abogada en Kuala Lumpur señalando que un bufete en Chicago estima que una de cada dos familias afectadas se unirá a una demanda colectiva.
De las 239 personas que se encontraban a bordo del avión siniestrado, 32 estaban aseguradas a través del mayor grupo chino de seguros, China Life, informó un portavoz de la compañía a la agencia estatal china Xinhua. Según el portavoz, la empresa ya ha transferido aproximadamente la mitad del monto de indemnización de unos nueve millones de yuan (alrededor de un millon de euros).
Según Xinhua, otra empresa de seguros, Sunshine Insurance, ha pagado 500.000 yuan a tres familias. De los 239 pasajeros y tripulantes, 153 eran ciudadanos chinos. Varios familiaras de las víctimas chinas y el gobierno en Pekín habían criticado duramente a las autoridades malasias por su información caótica y lenta sobre el accidente.