La Asociación Sudafricana de Fútbol suspendió hoy a su presidente y a otros cuatro directivos después que un reporte de la FIFA sobre arreglo de partidos previo al Mundial de 2010 encontró «evidencia convincente» de que uno o más estuvieron amañados por grupos de apostadores asiáticos, entre ellos cotejos contra Guatemala y Colombia.
En un comunicado, la Asociación emitió una disculpa al organismo rector de fútbol mundial y anunció que llevará a cabo su propia investigación interna sobre las acciones de los directivos. Como parte de la indagatoria, indicó que el comité de la asociación solicitó al presidente Kirsten Nematandani efectuar «una suspensión voluntaria de su puesto».
A otros cuatro directivos —Dennis Mumble, Lindile «Ace» Kika, Adeel Carelse y Barney Kujane— también se les pidió un cese voluntario, indicó el comunicado. Mwelo Nonkonyana, vicepresidente de la asociación, asumirá el cargo de presidente interino.
«Esta es una situación difícil para la Asociación y para aquellos que han sido mencionados en el reporte», indicó Nonkonyana en el comunicado. «Esperamos que no haya especulación sobre su presunta culpabilidad. Necesitamos permitir que la investigación tenga lugar de forma justa y expedita para que quienes sean inocentes puedan separarse de los que no lo son».
El viernes, la FIFA entregó el reporte a la asociación. El sábado, ésta aceptó que fue «infiltrada» hace dos años por el ahora convicto Wilson Perumal y su compañía «falsa» organizadora de partidos Football4U, que en realidad era una pantalla para mafias asiáticas de apuestas.
No hay jugadores acusados de arreglar partidos. En cambio, se cree que los árbitros aprobados por FIFA y nombrados por Football4U habrían manipulado uno o más partidos de la selección anfitriona del Mundial antes del torneo. Perumal pudo haber sido ayudado por algunos dirigentes sudafricanos, indicó la asociación.
La asociación no identificó los partidos, pero los triunfos de Sudáfrica 5-0 sobre Guatemala y 2-1 sobre Colombia a fines de mayo de 2010, dos semanas antes del Mundial, son los más sospechosos.