Surge obstáculo en conversaciones con Irán


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Las conversaciones que buscan hallar entendimiento entre Irán y un grupo de seis naciones ante la preocupación de que Teherán use su programa nuclear para producir armas parecían encaminarse a un punto muerto poco después de comenzar hoy.

Por GEORGE JAHN
ALMATY Agencia AP

Un diplomático occidental dijo que Irán no dio «una respuesta clara y concreta» al ofrecimiento del grupo y en cambio ofreció una «reformulación» de propuestas que presentó el año pasado en conversaciones que fracasaron por desacuerdos.

El diplomático indicó que la respuesta fue desconcertante para las seis naciones. Habló con la condición de guardar el anonimato sobre las conversaciones de hoy y mañana en la capital comercial de Kazajistán, Almaty.

Irán exige el reconocimiento internacional de su derecho a tener tecnología nuclear avanzada, pero otras naciones están preocupadas de que la república islámica aproveche esa experiencia para producir armas atómicas.

Los comentarios de los representantes de ambas partes ofrecieron visiones contradictorias.

Los seis insisten en que Irán detenga su proceso de enriquecimiento de uranio por temor a que aproveche combustible atómico para fabricar bombas. Dicen que Irán debe cumplir esa precondición para demostrar que su programa nuclear es pacífico.

El negociador iraní Alí Bagheri objetó esa condición y dijo a la prensa que «las medidas para establecer confianza son acciones que ambas partes deben tomar simultáneamente». No especificó cuáles, aunque podría aludir al levantamiento de las sanciones que enfrenta Teherán.

Desea también que cualquier concesión nuclear que haga tenga límites específicos. Bagheri expresó que todo acuerdo debía ser «parte de un proceso amplio», lo que sugiere que mantiene sus demandas anteriores de un pacto que también incluya cuestiones de seguridad.

Esa posición presumiblemente no caerá bien al grupo de las seis naciones en el diálogo, integrado por Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania.

En las conversaciones en Almaty, el grupo solicita a Teherán que limite su producción y almacenamiento de uranio enriquecido al 20%, que está en el umbral del uranio necesario para producir armas.

Pero lo considera sólo un primer paso en el proceso.

Irán opera más de 10 mil aparatos centrífugos. Mientras la mayoría enriquece uranio por debajo del 20%, este material podría ser enriquecido para construir armas, aunque con mayor esfuerzo que con el del 20%.

Se calcula que Teherán está a pocos años de completar un reactor que producirá plutonio, otro camino a las armas nucleares.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha exigido a Irán que ponga fin a todo enriquecimiento de uranio en una serie de resoluciones desde el 2006. Teherán niega tener interés en armas atómicas, insiste en que su programa de enriquecimiento sólo tiene propósitos pacíficos, afirma tener derecho al enriquecimiento según el Tratado de No Proliferación Nuclear, y considera ilegales las demandas de la ONU.