Los vecinos de la colonia Vásquez constantemente reportaban los supuestos abusos de unos padres hacia su niño, de un año de edad; hoy, las denuncias ya fueron vanas, porque el menor fue encontrado con su cuerpo sin vida lleno de heridas mortales.
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Por este hecho, la madre y su conviviente fueron detenidos por la autoridad y consignados a las salas de la justicia.
La víctima sólo fue identificada como Gustavo Adolfo, de un año y tres meses, cuyo cadáver yacía en una cama con excoriaciones posiblemente provocadas con una «rasuradora o un cuchillo» y estrangulamiento, indicó uno de los agentes captores.
Los detenidos son Dámaris Salguero Culajay, madre de la víctima, y Ricardo José Chávez Santa María, conviviente de la progenitora. Los capturados tienen 18 y 23 años, respectivamente.
CRIMEN
La Policía Nacional Civil (PNC) acudió a la 1ª. avenida y 8ª. calle de la zona 21, colonia Vásquez, donde fueron alertados del hallazgo del cadáver del niño.
«Por lo preliminarmente establecido, le daban maltrato infantil al menor, quien presentaba múltiples lesiones, laceraciones y excoriaciones en diferentes partes del cuerpo», declaró el agente captor Maximiliano López.
López añadió que el niño presentaba señales anteriores de maltrato, debido a que tenía varias cicatrices en el cuello, posiblemente provocadas por una «atadura».
Vecinos del sector indicaron a la PNC que podían escuchar los gritos del infante mientras era maltratado, posiblemente por su padrastro.
DECLARACIONES
Horas antes de la audiencia de primera declaración en el Juzgado de Turno del Organismo Judicial, los capturados brindaron breves declaraciones a los periodistas sobre lo sucedido.
Salguero dijo, entre llanto: «soy inocente: cuando llegué a la casa de vender a las 11:30 de la noche, vi que mi hijo estaba muerto; fue mi esposo. í‰l siempre le pegaba cuando el bebé lloraba», indicó minutos antes de caer en una crisis nerviosa.
La aprehendida reiteró que su conviviente golpeaba al niño siempre que éste lloraba; sin embargo, también indicó que no sabía si acusaría a su esposo de lo sucedido.
Salguero manifestó que tiene un hijo de tres meses con su conviviente, el cual fue trasladado hacia la Procuraduría General de la Nación.
Chávez Santa María, de nacionalidad nicaragí¼ense, presentaba indicios de estar bajo efectos de drogas o alcohol, lo cual fue confirmado por sus captores.
«No sé por qué lo hice. Fue un ataque de ira. Lo castigué muy duro», alcanzó a decir el sindicado dentro de la prisión del Organismo Judicial.
Los sindicados podrían ser procesados por los delitos de parricido y homicidio, expresaron agentes de la fiscalía de turno del MP, no obstante sería la fiscalía de sección de delitos contra la vida la que conocería el caso.