Supuesto narco colombiano llevaba varios meses en Argentina


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El supuesto narcotraficante colombiano capturado en Buenos Aires llevaba varios meses radicado en Argentina y había pasado por Paraguay y Venezuela en un intento por ocultarse de las autoridades, informó el miércoles la policía colombiana.

Por CÉSAR GARCÍA BOGOTA / Agencia AP

Henry de Jesús López, de 41 años alias «Mi Sangre» y jefe de la banda «Los Urabeños», fue capturado anoche cuando se desplazaba en un automóvil y llegaba a un restaurante de Buenos Aires, dijo el general José Roberto León, director de la policía nacional colombiana, en conferencia de prensa. Inicialmente, la policía había identificado a López como de la banda «Los Rastrojos», pero más tarde aclaró que se trataba de «Los Urabeños».

López, sobre quien pesan en Colombia cargos por concierto para delinquir, narcotráfico y terrorismo, se había ocultado en Paraguay y luego pasó a Venezuela y de allí a Argentina. Según el secretario de Seguridad argentino Sergio Berni, López llegó al país a fines de 2011. Sin embargo, León indicó que el supuesto criminal había llegado a Argentina al menos dos meses atrás y que las autoridades colombianas seguían cada uno de sus pasos.

Sus constantes desplazamientos fueron parte de las dificultades para detenerlo, dijo a su vez León. A Argentina llegó por primera vez hace dos años y allí se hacía pasar como un empresario venezolano, destacó la policía en un comunicado.

El detenido fue mostrado el miércoles a cara descubierta ante los periodistas a su salida de la Superintendencia de Drogas Peligrosas en Buenos Aires, desde donde fue trasladado a los tribunales federales en medio de un gran operativo de seguridad. López, de baja estatura, barba y pelo negro, llevaba un chaleco antibalas.

«Hemos apresado a un narcocriminal con cientos de muertes en su historial, que se movía por Sudamérica y que en Argentina comercializaba droga», dijo Berni a los periodistas.

El funcionario no especificó detalles del negocio de la droga al que se dedicaba el capturado. Según indicó, tiene «antecedentes paramilitares en Colombia», en el control de rutas del narcotráfico.

Berni dijo que López es «extremadamente peligroso» y que su captura es producto de «una investigación muy profunda por parte de la Secretaria de Inteligencia y de las fuerzas de seguridad federales.».

Señaló que fue detenido cerca de la localidad bonaerense de Pilar, 54 kilómetros al noroeste de la capital argentina, cuando se dirigía a hacer una reserva en un restaurante de la zona. «Se movía con custodia. Su vivienda variaba de semana en semana, en chacras abiertas (pequeños campos residenciales)» en las afueras de Buenos Aires.

El funcionario dijo que la esposa y el hijo del supuesto narco también residen en el conurbano bonaerense, en una zona residencial llamada Nordelta, aunque no vivían junto a él.

Berni dijo que López ingresó a Argentina con un pasaporte venezolano apócrifo.

«Vamos a seguir investigando», sostuvo al ser consultado sobre la actividad legal a la que se dedicaba López y acerca de si tenía cómplices argentinos.

También dijo que cuando se supo de su presencia en el país la presidenta Cristina Fernández ordenó poner «todas las herramientas para iniciar una investigación».

«Hoy le hemos dado un golpe mortal al narcotráfico porque hemos dado con su cabecilla, su estructura de financiación y su aparato logístico», indicó Berni. En lo que va del año se han apresado en Argentina 600 narcotraficantes.

De acuerdo con la policía, en Argentina se han decomisado grandes alijos de cocaína en los últimos años, por lo que el país es considerado una ruta de paso de esa droga hacia Europa.

Una corte del sur de la Florida, Estados Unidos, solicitó hace cuatro meses la extradición de López por cargos de narcotráfico, por lo cual se evalúa si Argentina lo deportará a Colombia o lo remitirá directamente a territorio estadounidense, dijo el general León.

Al momento de su captura, López presentó un pasaporte falso argentino y poseía otros de Paraguay, Ecuador, Brasil y Venezuela, señaló León. Al momento de su captura López –cuyo apodo proviene de una jerga colombiana para describir la cercanía entre miembros de un grupo– estaba con uno de sus escoltas, un ciudadano colombiano que no fue identificado y también fue detenido.

Su aprehensión fue posible gracias al seguimiento de las autoridades, pero su ubicación y movimientos exactos provinieron de datos claves aportados por un informante colombiano, cuya identidad permanece en reserva y al que se le pagará una recompensa de 1.200 millones de pesos (unos 660 mil dólares), aseguró el jefe policial colombiano.

Desde hace mes y medio, al menos cinco investigadores de la Dirección de la Policía Judicial colombiana estaban en Buenos Aires trabajando con las autoridades argentinas en el seguimiento –principalmente por restaurantes de la capital argentina porque le gustaba comer y es glotón, según dijeron investigadores–. Finalmente la captura de López fue hecha por agentes del país sureño, dijo.

López fue un paramilitar que se desmovilizó a comienzos de los años 2000 pero luego pasó a la clandestinidad y comenzó el control de distribución de drogas en zonas como las barriadas de Medellín, capital del departamento de Antioquia y a unos 250 kilómetros al noroeste de Bogotá.

Grupos criminales como «Los Urabeños» y «Los Rastrojos», dedicados principalmente al narco y la extorsión, entre otros delitos, están integrados por ex paramilitares y criminales comunes.

Aunque el general León declinó comentar cuántos miembros tiene actualmente la banda de López y cuánta droga pudo traficar, grupos de análisis como la Corporación Nuevo Arco Iris, dedicada al estudio del conflicto interno colombiano, aseguran que en el país actúan siete grandes bandas, entre ellas «Los Urabeños» y «Los Rastrojos», que contraían con al menos 10 mil miembros, cifra que es calificada como exagerada por las autoridades.

Sin embargo, por los mismos datos del Ministerio de la Defensa de enero a junio pasado, datos más recientes, fueron capturados más de 2.100 miembros de estas distintas bandas, un 8% más que en el mismo período de 2011. De allí que grupos como Nuevo Arco Iris destaquen que tales grupos criminales se reproducen y reciclan rápidamente y en parte es porque ofrecen salarios mensuales de mínimo 600 mil pesos (unos 330 dólares). El salario mínimo legal vigente es de 566.700 pesos (unos 314 dólares) al mes.