Super Bowl: Un Sherman encantador en día de prensa


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La entrada a escena de Richard Sherman para su conferencia en el día de la prensa de la NFL tuvo cierto aire a las que ofrecía Muhamad Alí antes de subirse a un ring para una de sus peleas de boxeo.

Por ERIC NÚÑEZ Y PAUL NEWBERRY, NEWARK, Agencia AP

Como sucedía con Alí, todos escuchan cuando el cornerback de los Seahawks de Seattle y egresado de la Universidad de Stanford tiene un micrófono al frente.

Para sorpresa de nadie, Sherman no podía esperar su turno para hablar.

Antes de que corriera la hora asignada para comparecer ante la prensa, Sherman comenzó a responder las preguntas desde un podio colocado a mitad de la arena de hockey en el centro de Newark. Cuando empezó a transcurrir el tiempo oficial de la sesión de los Seahawks del martes, Sherman ya había contestado seis preguntas.

Mostró una versión distinta a su vociferante declaración de 20 segundos luego del partido de campeonato de la Conferencia Nacional que generó un intenso debate sobre deportivismo y actitudes raciales.

Sherman fue divertido, encantador y nunca levantó la voz. Llegó al podio con una cámara que usó para captar fotos de los periodistas que tenía al frente.

«Pregunten todo lo que quieran», retó al enjambre de periodistas.

Y así fue. Respondió con serenidad cuando una reportera le pidió su opinión sobre aquellos jugadores de la NFL que frecuentan clubes de bailarinas que se desnudan.

«Nunca he ido a un club de esos para gastarme el dinero», señaló.

Dijo que estaba feliz de tener una oportunidad para mostrar que es más que lo visto después de la jugada con la que su equipo aseguró la victoria contra San Francisco.

También resaltó el aporte de sus compañeros de equipo y se derritió en elogios para los rivales del domingo, los Broncos de Denver.

Peyton Manning, el quarterback de Denver, es una «leyenda», apostilló. «No hay manera de frenarle, lo único que podemos hacer es tratar de contenerlo».

Sherman procuró mostrar su mejor faceta, la del sobresaliente individuo que obtuvo una licenciatura en comunicaciones de uno de los centros académicos más prestigiosos de Estados Unidos. Para nada incurrió en el desplante de fanfarronería que exhibió tras manotear un pase dirigido a Michael Crabtree de los 49ers, tildando de «mediocre» a su oponente.

«La gente piensa que soy un charlatán, un tipo con rabia», dijo Sherman. «Esa es una idea muy equivocada».

Aunque quedó asombrado con los comentarios racistas de los que fue objeto, el jugador que luce trenzas en su pelo pareció complacido de que el episodio haya generado un debate sobre estereotipos raciales, en particular luego que algunas personas lo catalogaron como «matón».

«Existe esta imagen de mí, sin idea de mis antecedentes, y la gente sacó conclusiones», dijo Sherman. «Ahora, tenemos una discusión porque la gente se ha dado cuenta de que cae en estereotipos con personas como yo. Estamos tratando de derribar esos muros».

Sherman evocó a Alí, el legendario y carismático campeón de peso completo que pasó por las mismas en la década de los 60 y 70 al expresar sus opiniones sin tapujos.

«Me sonroja que me comparen con Muhamad Alí, por todo el escarnio que debió pasar, las humillaciones racistas y estigmas que debió enfrentar, los estereotipos que tuvo que enfrentar», dijo Sherman. «Tuvo que plantarse firme y casi acabó en la cárcel por defender sus ideales. Creo que su situación fue mucho más valiente y más seria de lo que estoy pasando ahora».

Lo único que lamenta es haber acaparado tanta atención, robándosela a sus compañeros en los Seahawks.

«Todas estas cámaras deberían enfocar a mis compañeros de equipo», dijo Sherman, recitando nombres una y otra vez. «Tengo a los mejores compañeros de equipo».