La Policía encontró ayer los cadáveres de cinco personas —tres hombres y dos mujeres— con lo que ascendió a 11 el número de muertos en una balacera registrada el domingo por un conflicto de tierras en el norte de Honduras, informaron las autoridades.
Las cinco víctimas fatales halladas ayer se suman a seis registradas el domingo en un enfrentamiento a tiros en la finca Paso del Aguán, a unos 400 kilómetros al norte de Tegucigalpa, entre unos 300 campesinos y 40 guardias privados de la finca. Hubo 12 heridos.
De los muertos, cuatro son guardias, de acuerdo con los informes.
La balacera se produjo cuando los labriegos armados con machetes y fusiles AK-47 intentaron invadir las tierras propiedad del empresario Miguel Facussé, lo que impidieron los guardias.
«Ayer encontramos cinco cadáveres más, de tres hombres y dos mujeres», aseguró en rueda de prensa el vocero policial, subcomisionado Julio Benítez. «Ahora tenemos once muertos», añadió.
Los cinco cuerpos, aún no identificados, estaban tirados en las inmediaciones de la finca Aurora, en un lugar usado como basurero.
Benítez informó que no hay detenidos en torno al caso.
El ministro de Seguridad, í“scar Alvarez, dijo en conferencia de prensa que una fuerza de tarea de mil soldados y policías fue enviada al valle del Aguán, en la provincia de Colón, sobre el Atlántico.
La Presidencial informó en un comunicado que las tropas «resguardarán las fincas a fin de garantizar la tranquilidad de los propietarios de las tierras, de los campesinos y demás pobladores».
Señaló que los militares tienen la orden de desarmar a los civiles para frenar la ola criminal que azota el Aguán.
«Esa fuerza estará de manera permanente en la zona», dijo Alvarez. «Y es apoyada por fiscales y defensores de derechos humanos (estatales)».
El Ejército desalojó a principios 2011 a centenares de labriegos de unas cuatro finca del valle del Aguán que los campesinos ocuparon por más de un año.
Por lo menos 22 campesinos y 13 guardias han muerto en dos años en enfrentamientos armados perpetrados en las fincas cultivadas de palma africana en el Aguán, pese a que el gobierno logró un pacto con los labriego en abril de 2010.
Para solucionar la situación, el gobierno dotó de más de 3 mil 200 hectáreas de tierras a los campesinos y les ha prometido otras 10 mil hectáreas para este año.
Alrededor del río Aguán, uno de los más caudalosos del territorio nacional, están las tierras más fértiles de Honduras.