Hay algo seguro entre las muchas posibilidades en el sorteo de la Copa del Mundo que se realizará el viernes: la mayoría de los equipos quieren estar en el grupo de Suiza.
Sin que nadie lo esperara, los suizos figuran entre los ocho mejores del ranking de la FIFA y eso implica que esquivará a algunas de las selecciones más fuertes en la etapa de grupos.
La situación requiere una explicación. La nación alpina de 8 millones de habitantes puede decir que ha destacado en los deportes en el siglo XXI, pero eso se debe en gran medida a Roger Federer, el equipo que ganó la Copa América de vela, y muchos esquiadores.
En la máxima cita del fútbol, Suiza generalmente ha sido un participante de discreto perfil que suele despedirse temprano.
Pero en el Mundial de Brasil sus expectativas han aumentado. El ranking de Suiza les tiene al nivel del anfitrión Brasil, España, Alemania, Argentina, Uruguay, y equipos con posibilidades de clasificarse a las siguientes rondas como Colombia y Bélgica.
Suiza alcanzó el octavo lugar de la tabla mensual de la FIFA, el último para los cabezas de serie para el sorteo, por encima de Italia, Holanda y Portugal, una verdadera sorpresa.
Esas potencias europeas están entre 23 equipos que esperan su suerte en el sorteo y desean quedar en el grupo de Suiza, aunque por protocolo se cuidan de decir que eso es lo que buscan.
«No perdamos tiempo o energía hablando de eso», dijo Peter Gillieron presidente de la Federación Suiza de Fútbol en un comunicado enviado a The Associated Press. «Sabemos que esas afirmaciones no son verdaderas. En la cancha es donde todo se decide».
Pero los resultados de la selección suiza y los polémicos rankings de la FIFA han sido factores en el ascenso de Suiza, que presume de una racha de 14 partidos sin perder.
Al igual que muchos de los jóvenes futbolistas suizos, el veterano técnico Ottmar Hitzfeld nació en otro país pero le aporta a su país adoptivo en la escena internacional.
El alemán es conocido por llevar al Borussia Dortmund y al Bayern Múnich a títulos en la Liga de Campeones, pero disputó la mayor parte de su carrera en la liga suiza de menor jerarquía.
Suiza es una nación que ha acogido gente en busca trabajo, así como desplazados. La agitación en los Balcanes de los años recientes se refleja en el plantel de Hitzfeld. En su equipo hay más jugadores cuya lengua nativa es el albanés, en vez del francés, uno de los cuatro idiomas oficiales del país.
Los mediocampistas ofensivos Xherdan Shaqiri y Granit Xhaka nacieron en Kosovo pero llegaron de niños a Suiza. Ambos se formaron con el Basilea y luego fueron contratados por el Bayern Munich y el Dortmund, respectivamente.
Además, el capitán Gokhan Inler, Valon Behrami y Blerim Dzemaili tienen orígenes turcos y albaneses y surgieron de la liga suiza hace seis años.
De hecho, el ascenso de Suiza al séptimo escalón de la tabla de la FIFA en octubre, el mes en el que precisamente se definieron los cabezas de serie para el Mundial, fue un ejemplo de la precisión suiza. Ese era el límite porque Brasil, al ser sede, no tuvo que disputar las eliminatorias y se encuentra más abajo en el ranking porque sólo juega partidos amistosos, que dan menos puntos en la escala de la FIFA.
Suiza terminó invicto en su grupo con siete triunfos y tres empates, con lo que aseguró un lugar alto en la tabla, en la que reciben más puntos quienes sacaron buenos resultados en años recientes.
No obstante, Italia y Holanda también quedaron invictas y en torneos internacionales tuvieron gran desempeño, la primera fue finalista de la Eurocopa y semifinalista de la Confederaciones en junio. Suiza no estuvo en ninguno de esas competencias.
¿Cómo es que Suiza superó a Italia?
La respuesta es simple: con el boleto a Brasil asegurado, los italianos empataron con Turquía y les costó.
La federación italiana quizá se equivocó al no cosechar puntos en amistosos al elegir a rivales complicados. Los equipos que pierden no suman puntos, e Italia fue vencida por Francia, Inglaterra y Argentina desde la Eurocopa del 2012.
Suiza, en tanto, derrotó a Brasil en agosto y el año pasado superó a Croacia y Alemania.
Cuando el equipo de Hitzfeld cayó en Corea del Sur el mes pasado, su condición de cabeza de serie para la Copa del Mundo estaba asegurado.
Claro que si tras la espléndida ceremonia del sorteo del Mundial, Suiza e Italia quedan en el mismo grupo, el ser cabeza de serie no habrá servido de mucho para los alpinos.
Pero si los italianos tienen que enfrentar a Brasil, Argentina o España en la primera fase, tal vez el técnico Cesare Prandelli se arrepienta de cómo planificó los amistosos.
Eso demostraría que Suiza, que podría quedar en el grupo con Grecia, Argelia y Costa Rica, supo sacarle provecho a las reglas.