Cuatro personas murieron cuando un atacante suicida embistió su vehículo contra una estación policial en la ciudad de Basora, en el sur de Irak, dijeron el lunes funcionarios iraquíes.
BAGDAD / Agencia AP
El jefe policial, el brigadier Faisal al-Ebadi, dijo que el atacante estrelló su vehículo a través de la verja e ingresó algunos metros dentro del complejo policial situado en el distrito de al-Ashar, antes de detonar los explosivos que cargaba a bordo.
Al-Ebadi informó que el ataque ocurrió durante la hora de mayor congestión de la mañana. Tres policías y un civil murieron y otras 24 personas resultaron heridas. Previamente los funcionarios dijeron que cinco personas habían muerto.
Un funcionario de salud confirmó sobre el número de bajas. Habló a condición de mantenerse anónimo debido a que no estaba autorizada para hablar con los medios.
Basora se ha convertido en el centro de la creciente industria petrolífera de Irak y los ataques suicidas como el del lunes no son usuales. La ciudad está situada a 550 kilómetros (340 millas) al sudeste de Bagdad.
Basora es la segunda provincia de Irak y alberga un 70% de las reservas garantizadas de crudo de 143.100 millones de barriles del país. Es la única ciudad con acceso al mar y es la via por donde se exporta la mayor cantidad de crudo de casi 2.225 millones de barriles diarios.
La capital provincial también es Basora, situada a 550 kilómetros (340 millas) al sudeste de Bagdad.
Aunque la violencia en Irak ha decrecido considerablemente con respecto a los años de intensos combates sectarios entre chiítas y sunita entre el 2006 y el 2007, los milicianos han acrecentado sus ataque mortíferos en todo el país.
El gobierno y las facciones políticas de Irak consideran la posibilidad de solicitar que algunas de las fuerzas estadounidenses continúen en el país después del plazo del 31 de diciembre para la salida de los militares después de más de ocho años. Cada vez les preocupa más qué sucederá cuando partan los 47.000 soldados estadounidenses.