Conocida por su trabajo con los indigentes, víctimas de inundaciones y alcohólicos, una de las organizaciones caritativas más grandes de Hungría tiene sus manos ocupadas con otro grupo hundido por su suerte: los húngaros con pesadas hipotecas y otros préstamos en monedas extranjeras, principalmente en francos suizos.
BUDAPEST / Agencia AP
El Servicio de Caridad Húngaro Maltés estableció su programa de asesoría de deuda en 2009 y desde entonces ha asistido a más de 700 familias.
«No tratamos el problema sólo como uno económico, sino también mental, emocional y espiritual», dijo el director del programa Gabo Major.
A pesar de los esfuerzos de la organización y de otros grupos similares, 400 mil personas están atrasadas en sus pagos, incluyendo 100 mil que no han pagado al menos tres mensualidades.
Se calcula que 1,8 millones de húngaros tomaron préstamos en moneda extranjera a mediados de la década de 2000, pero ajustes desfavorables en el tipo de cambio del florín húngaro frente al franco suizo han elevado sus pagos a cantidades insostenibles.
Además, se suman el alto desempleo y otras dificultades derivadas de la crisis económica mundial que afectó mucho a Hungría.
Agnes Kutasi, una vendedora de 42 años, solicitó en 2007 una hipoteca en francos suizos equivalente a 91.400 dólares, pero un año después su esposo quedó desempleado y sus pagos se incrementaron.
En 2007, un franco valía alrededor de 150 florines (0,801 dólares) y ahora está sobre 220 florines (1,175 dólares ), un incremento histórico de 45%.