Sudán desafí­a a la CPI


El presidente de Sudán, Omar el Bechir, sobre quien pesa una orden de arresto de la Corte Penal Internacional por crí­menes contra la humanidad, desafió nuevamente a la CPI hoy, al viajar a Egipto, donde se reunió con su homólogo Hosni Mubarak que lo recibió en el aeropuerto.


La visita de Omar el Bechir a Egipto es su segunda al extranjero, luego de la que efectuó el lunes a Eritrea, desde que la CPI emitió el 4 de marzo pasado su orden de arresto, impulsada por el fiscal de esa instancia judicial, el argentino Luis Moreno Ocampo.

La CPI acusa a Bechir de crí­menes de guerra y crí­menes contra la humanidad en la provincia sudanesa de Darfur (oeste), sumido en una guerra civil desde 2003.

Según la ONU, la violencia en Darfur se cobró 300 mil vidas, pero según Jartum han sido 10 millos muertos en el conflicto.

Además, la guerra civil ha provocado 2,7 millones de desplazados.

Según la agencia egipcia MENA, fue el propio Mubarak quien recibió en el aeropuerto a Bechir.

Luego, ambos jefes de Estado mantuvieron una reunión de varias horas, antes de que Bechir partiera de vuelta a Jartum hacia las 13H00 GMT.

El ministro sudanés de Relaciones Exteriores, Deng Alor, subrayó en una rueda de prensa conjunta con su homólogo egipcio Ahmed Abul Gheit, que Bechir fue a El Cairo invitado por Mubarak.

Mubarak y Bechir hablaron sobre «la situación en Darfur, los medios para alcanzar una solución de ese conflicto interno y para garantizar una situación humanitaria que no permita a ninguna parte extranjera afirmar que hay una crisis humanitaria en Darfur», afirmó Gheit.

«Hay una posición egipcia, árabe y africana que no acepta la manera en que la Corte (CPI) trata al presidente sudanés», añadió.

Egipto, al igual que la mayorí­a de los paí­ses árabes, excepto Jordania y las islas Comoras, no firmó el Tratado de Roma, que dio paso a la formación de la CPI.

Egipto habí­a pedido a la CPI que aplazara la inculpación de Bechir.

Las autoridades egipcias habí­an estimado que esa orden de arresto corrí­a el riesgo de provocar «consecuencias peligrosas en la situación en Darfur y en Sudán en general».

Los 22 miembros de la Liga Arabe y los 53 Estados de la Unión Africana (UA), rechazaron la orden de la CPI e iniciaron procedimientos ante el Consejo de Seguridad de la ONU para que suspenda la decisión contra Bechir.

El presidente sudanés tiene previsto viajar a fines de marzo a Qatar -paí­s que tampoco firmó el Tratado de Roma- para participar en una cumbre árabe.

No obstante, el comité de los ulemas sudanesas emitió hace poco una fatwa (decreto religioso) desaconsejándole que viaje a Qatar, pues podrí­a caer en una trampa de los «enemigos de Dios y de la soberaní­a nacional».

El martes, Estados Unidos indicó que dado que Qatar no firmó el Tratado de Roma, no tiene la «obligación jurí­dica» de detener a Bechir.

Inmediatamente después de la orden de arresto emitida por la CPI, Jartum ordenó la expulsión de 13 de las más importantes ONGs internacionales presentes en Darfur acusándolas de colaborar con la CPI y de espionaje.

En este contexto, la madrugada del miércoles, desconocidos incendiaron un campo de desplazados en Darfur oeste, causando al menos un muerto, según fuentes locales y en el seno de la ONU.