Al menos 68 soldados murieron en enfrentamientos entre unidades militares en Juba, la capital de Sudán del Sur, aseguró hoy el portavoz militar, Philip Aguer, en el tercer día de disturbios.
El anuncio se produce un día después de que el presidente, Salva Kiir, denunciara un intento de golpe de Estado y asegurara que la unidad supuestamente implicada en la rebelión había sido derrotada. Sin embargo hoy testigos hablaron de disparos en un campamento militar en el centro de la ciudad y en varios lugares a las afueras.
Kiir acusó del intento de golpe a su ex vicepresidente Riek Machar, quien fue destituido del cargo en julio junto a otros altos funcionarios en el marco de una serie de disputas entre distintas facciones del partido de gobierno, el ex rebelde Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán (MLPS).
Tras el toque de queda decretado por el presidente, la mayoría de la gente se quedó hoy en sus casas y las calles de Juba permanecieron vacías, con tan sólo la presencia de patrullas militares.
Según medios locales, cuatro exministros han sido arrestados desde el estallido de la violencia en la tarde del domingo, tras tensiones dentro del partido.
También hubo informaciones sin confirmar de combates fuera de la capital, en áreas como Jonglei State.
Al menos 10 mil personas buscaron refugio en el complejo de la ONU en Juba.
Líderes eclesiásticos, la Unión Africana y la ONU han pedido calma en el país y ofrecido ayuda.