Sudáfrica se despidió de «su» Mundial-2010 con una victoria por 2-1 ante una Francia hundida, pero el corto margen no permitió a los anfitriones clasificarse pese a la derrota de México ante Uruguay (1-0), en el otro encuentro del grupo A.

Uruguay avanzó en primer lugar con siete puntos, seguido de México con cuatro, pero un mejor saldo de goles que los «Bafana Bafana» ( 1 contra -2), que se convierten en el primer equipo local que queda fuera en la primera ronda de una fase final.

En Bloemfontein abrió el marcador Bongani Khumalo a los 20 y aumentó Katlego Mphela a los 37, mientras que Francia descontó a los 70 gracias a Florent Malouda, en un partido que se complicó mucho para los europeos por la expulsión de Yoann Gourcuff en el minuto 26.

Ambos equipos se jugaban la vida en el Mundial y debido a ello plantearon tácticas ofensivas, sabiendo de la importancia de una goleada, sin perder de vista el resultado entre México y Uruguay.

Raymond Domenech ordenó seis cambios, dejando al capitán Patrice Evra en el banco tras unos dí­as marcados por los problemas internos, incluida la negativa de los jugadores a entrenarse el domingo, y Sudáfrica efectuó cinco y reforzó la ofensiva con Bernard Parker.

Pero estos cambios ofensivos poco resultado dieron a los equipos en los primeros minutos, hasta que una buena combinación sudafricana por derecha derivó en un tiro de esquina que recogió Khumalo en el segundo palo para poner el 1-0 a los 20 minutos.

Explotó el estadio Free State, repleto y teñido de amarillo por las camisetas de los «Bafana Bafana» en las tribunas. Un manto de ansiedad se apoderó de los espectadores, Uruguay y México empataban a cero y de nada serví­a ese triunfo, ya que un empate clasificaba a los dos latinoamericanos.

Los aficionados alentaban de pie el «despertar» ofensivo de su equipo y siguieron parados en las tribunas cuando el árbitro colombiano í“scar Ruiz expulsó a Gourcuff a los 26 por un codazo a MacBeth Sibaya.

El propio Gourcuff buscó su propia desgracia al saltar en el área sudafricana y colocar su codo izquierdo en el mentón de Sibaya, que debió ser atendido por varios minutos.

Sudáfrica se abocó a sacar partido de su hombre de más y no necesitó mucho tiempo para empezar a lograrlo. Tsepo Masilela envió el balón al área chica desde la izquierda y Mphela sólo tuvo que empujar el balón «Jabulani» a la red, en el minuto 37, para delirio de los 40.000 espectadores.

Sudáfrica se fue al descanso a dos goles de distancia de los octavos de final, ya que Uruguay vencí­a a México 1-0, lo que disparó la ilusión en el estadio.

Los locales siguieron buscando el tanto para tratar de reducir la diferencia de goles. Mphela tuvo una oportunidad de oro a los 51, estupendamente habilitado por Siphiwe Tshabalala: definió solo ante Hugo Lloris, pero el balón se estrelló en el ángulo superior izquierdo.

Mphela tuvo otra a los 57, pero su disparo fue desviado al tiro de esquina por Lloris. Corrí­a el reloj y no aparecí­an los goles que necesitaba Sudáfrica en Bloemfontein o algún tanto uruguayo más en Rustenburgo, para cambiar el curso de la situación.

Los «Bafana Bafana» insistí­an e insistí­an contra el arco de unos franceses totalmente superados y sin reacción más allá de algún intento de Franck Ribery.

Pero todo acabó con el descuento de Florent Malouda a los 70 minutos, que complicaba mucho la tarea y liquidaba las esperanzas locales de conseguir una clasificación épica.

Sudáfrica quedó así­ en tercer lugar en el Grupo A con cuatro puntos, pero con -2 en saldo de goles frente al 1 de México y es el primer local en no pasar a la segunda fase en Mundiales. Francia cerró un torneo para el olvido con un punto.

Más de una hora antes del partido Raymond Domenech caminó hasta el centro del campo donde observó y saludó a los entonces pocos espectadores en las tribunas del estadio Free State. Quizá fue su forma de despedirse.