Subsidios para los menos necesitados


Se ha preguntado usted alguna vez quienes son los beneficiarios de los programas sociales. Yo creo que la respuesta que aflora inmediatamente en su pensamiento es, los más indigentes y los más necesitados.

Guillermo Castañeda Lee, Ced. R-19 No. 997, Teculután, Zacapa.

Yo no he tenido la oportunidad de hacer un análisis a conciencia para poder decirle a usted si tiene o no la razón, pero si he hecho algunas observaciones que me permiten decirle, que creo que no tiene la razón, pues de los programas sociales que he observado, los beneficios no han llegado a los verdaderos necesitados.

Uno de esos programas es la Pensión del Adulto Mayor, que los que mayormente la reciben, no son los verdaderamente indigentes ni los más necesitados, aunque para ellos fue diseñada, pero mal diseñada. La razón de que no la reciben los verdaderos necesitados, es que estas personas no tienen a nadie que los proteja y si lo tienen, éstos viven en un mundo de apatí­a, que no les permite ver mas allá de lo que los rodea y por lo tanto no tienen la capacidad de orientar o de ayudar a la persona necesitada.

Por vivir en un estado calamitoso, no tienen algunas veces ni documentos para identificarse, por lo tanto si encontraran quien los ayudara, que es algo difí­cil, no estarí­an suficientemente identificados para realizar los trámites, son personas que no votan y ni saben para que es el voto, por lo tanto esto se les hace mucho más difí­cil, que los ayude una entidad gubernamental, que su interés lo centran en el votante.

Otro programa, es el famoso Foguavi, que no he visto hasta la fecha que les construyan a los verdaderamente necesitados, pues estos ni terreno escriturado tienen, además no tienen amistad o estatus como para pertenecer al núcleo de amigos de quienes recomiendan a quien se les debe de construir.

No comento otros programas porque no los conozco ni he visto, pero alguien me comentaba que en algunos programas el dinero lo mueven en efectivo. Yo no creo que lo que se me dijo sea cierto, pues nadie puede diseñar algo tan, pero tan fuera de toda lógica y tan estúpido en pleno siglo XXI, salvo que sea algo diseñado para robar en forma descarada y que le viene flojo lo que se diga o se piense. Por eso descarto que existan esos programas que sólo se prestarí­an para robar.

Digo esto por que ya en 1980 el Ejército tení­a un programa de subsidio para la madre de los soldados y se pagaba con cheque como medida de seguridad, a pesar de eso y de algunos controles que se establecieron para reforzar la seguridad de que el dinero llegara donde debí­a de llegar, hubo más de algún caso donde se extraviaran los cheques. Si eso pasaba con un cheque, ahora imagí­nese si fuera en efectivo.

Yo creo que el Gobierno debiera de aclarar de inmediato de que no se mueven programas de ayuda en efectivo, pues sólo el hecho de que algunos sectores de población lo piensen, serí­a degradante para quienes lo dirigen.