Subsidios, apagones y ahorro


Con exponer algunos de los problemas energéticos de Guatemala, no es pretender dar una cátedra sobre la materia, pues para eso están los del Ministerio de Energí­a y Minas, los de la Comisión Nacional de Electricidad, etétera.

Guillermo Castañeda Lee, Ced. R-19 No. 997, Teculután, Zacapa

El apagón que ocurrió recientemente tiene nombre y apellidos, «subsidio», con esta medida populista los fondos destinados para la electrificación rural, para el mantenimiento y mejoramiento del sistema, se han usado para el subsidio y por tal motivo, unos simples vientos nos hicieron colapsar el sistema casi en forma total por varias horas, pero para suerte nuestra estamos en verano, por lo que con facilidad se pudo llegar donde se cayeron las torres, de lo contrario el apagón hubiera durado varios dí­as.

Se recomienda ahorrar energí­a y los funcionarios dan declaraciones a diestra y siniestra para que la población se concientice, pero el subsidio no es aliciente que nos induzca al ahorro, pues para que se va uno a sacrificar manteniendo su vivienda en tinieblas, si el bien que se usa para iluminarla se puede obtener barato.

Para que se va a comprar bombillas ahorradoras si el costo de adquirirlas es elevado y hay que pagarlo por adelantado si a la larga no obtiene un ahorro substancial.

Para que va usted a gastar un dineral comprando ese nuevo tipo de refrigeradoras que ahorran, si con la energí­a subsidiada no compensa el gasto que va a efectuar. Con estos nuevos sistemas de refrigeración se puede ahorrar más o menos entre el 70 y el 80%. Si la electricidad tuviera el precio real, valdrí­a la pena tirar todas las refrigeradoras que no usan este sistema. Para los que no me creen les contaré que cuando adquirí­ uno de esos nuevos equipos de refrigeración, mi consumo bajó tanto, que la empresa eléctrica creyó que le estaba robando electricidad y mandó a revisar todo el sistema de introducción de mi casa y no me extendió recibo por 2 meses, esperando encontrar algo anormal. Tuve que enviarles una carta explicando cuanto consumí­a mi refrigeradora antigua que era más o menos 9 kilovatios diarios (era grande) y que la nueva sólo gastaba 1.5 kilovatios.

Otra de las ridiculeces que se cometen con la idea de economizar, es el cambio de hora, pero el ciudadano en forma personal no ahorra nada, sino que es el paí­s que importa menos combustibles para generar energí­a eléctrica, en forma general se ahorran 2 o 3 centavos diarios por ciudadano, pero lo que se ahorra en combustibles hay que gastarlo en medicinas por las gripes que le da a los niños cuando salen de madrugada de sus casas para ir a la escuela.

En fin, así­ son los funcionarios que se escogen, que no analizan los pros y los contras de las medidas, que su finalidad es mantener sus posiciones proponiendo algo que nunca se va a dar.