La confianza del consumidor estadounidense se elevó a su nivel más elevado desde agosto, fortalecida por una visión más optimista del mercado laboral y de las condiciones económicas para las empresas.
El Conference Board, un grupo de investigación empresarial sin fines de lucro, indicó el martes que su índice de la confianza del consumidor avanzó a 80,7 este mes luego de que en diciembre registró 77,5. Es la segunda vez consecutiva que registra un fuerte impulso.
«La confianza parece estar bien encarrilada una vez más y las crecientes expectativas sugieren que la economía podría adquirir algo de impulso en los próximos meses», dijo Lynn Franco, economista del Conference Board.
La confianza del consumidor es un dato que se sigue muy de cerca porque el gasto de los habitantes representa el 70% de la actividad económica en Estados Unidos.
Por otro lado, las empresas recortaron fuertemente sus solicitudes de bienes manufacturados de larga duración en diciembre, una categoría crucial que indica que sus planes de inversión registraron su mayor descenso en cinco meses.
El Departamento de Comercio indicó que los pedidos de bienes duraderos descendieron 4,3% en diciembre en comparación con noviembre, cuando las órdenes habían subido 2,6%. La debilidad fue encabezada por una fuerte caída de 17,5% en la inestable categoría de las aeronaves comerciales.
Hubo una debilidad generalizada en diversas categorías, incluido un declive del 1,3% en la demanda de bienes de capital no relacionados con la defensa, excluyendo los aviones. Esta categoría es considerada como un indicio de los planes de inversión de las compañías.
En cuanto a los precios de las viviendas, descendieron ligeramente en noviembre a medida que el intenso frío afectó el ritmo de las compras, lo que puso fin a nueve meses seguidos de avances en los precios.
El índice de precios de viviendas en 20 ciudades de Standard & Poor’s/Case-Shiller retrocedió 0,1% de octubre a noviembre, en parte revirtiendo el incremento previo mensual de 0,2%. Pero el índice no es ajustado a las variaciones estacionales, por lo que el declive mensual refleja en parte una menor adquisición de viviendas a fin de año a medida que las temperaturas bajan.
«Noviembre fue un buen mes para los precios de las viviendas», dijo David Blitzer, presidente de la comisión del índice S&P Dow Jones. «Los precios suelen descender al acercarnos al invierno».