Suárez recibe sepultura en Ávila


inter30_3

El expresidente del gobierno español Adolfo Suárez recibió hoy sepultura en el claustro de la catedral de Ávila, provincia española en la que nació y en la que pidió descansar para siempre.

Madrid/Ávila, Agencia dpa

Allí fue enterrado junto a su esposa Amparo, fallecida en 2001 a causa de un cáncer y cuyos restos fueron exhumados ayer para reposar junto a los del primer presidente del gobierno de la democracia española.

El féretro de Adolfo Suárez llegó a Ávila tras ser despedido por miles de personas y con honores militares en las calles de Madrid. A las puertas de la catedral del Salvador fue recibido por el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, el ex presidente del gobierno José María Aznar (1996-2004), y el resto de autoridades.

En el exterior del templo, una multitud de ciudadanos le dio su último adiós entre aplausos y lágrimas. «Gracias, presidente», gritaron.

El funeral católico fue oficiado por el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, quien destacó en su homilía el «prodigioso trabajo» de Suárez durante la transición de España a la democracia, tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975.

«Fue un trabajo realizado desde la serenidad y su profundo respeto a los demás. Inauguró un estilo de convivencia política afrontando las situaciones adversas, buscando tenazmente el pacto y el consenso, valorando las posiciones de sus adversarios, sin rencor ni revancha», expresó el obispo, quien destacó el espíritu católico del expresidente.

«La gran aportación de Suárez fue la reconciliación del pueblo español, de las dos Españas que volvieron a encontrarse tras décadas de animadversión y odio», reseñó aludiendo a la ruptura que se produjo en el país tras la cruenta guerra civil (1936-1939)

García Burillo hizo un repaso por la vida del expresidente, un hombre que ya cuando era joven «sabía escuchar», dijo. «También demostró una capacidad ilimitada para afrontar problemas y dificultades con serenidad. Actuaba con gran libertad interior (…) Él trazó un camino que debería ser continuado», agregó el obispo.

«Ahora, Adolfo Suárez vuelve a casa para reposar con quien fue todo en su vida, su esposa Amparo», agregó.

Al finalizar la misa, el féretro fue trasladado a hombros por agentes de la Policía de Ávila hasta el claustro de la catedral, donde fue enterrado en la intimidad por sus familiares y allegados. Sobre él, un epitafio resume su labor: «La concordia fue posible».

En el mismo templo descansan desde 1984 los restos de Claudio Sánchez Albornoz, presidente de la República española en el exilio tras la guerra civil, entre 1962 y 1971.