El adjetivo describe al sustantivo: como es, de quien es, sus características etc. Los adjetivos «mío», «mi» en ocasiones me parecen pesados. Mas cuando se lee en las páginas de los diarios o se escucha en las emisoras de radio que son referidos, en una oración seguida al sustantivo «gobierno». Escuchar o leer «mi gobierno» me hace preguntar: ¿Qué significa esa oración? ¿Es la forma de gobernar? ¿El gobierno que se ganó o que le dieron? Realmente no se que imagen evocar cuando el primer párrafo del «mensaje presidencial» cierra diciendo «les informo las decisiones que mi gobierno ha tomado».
Si realmente las «decisiones» fueran las correctas creo que me podría tragar la arrogancia del redactor de este «mensaje presidencial».
Sigo leyendo, y encuentro un rezo de excusas. Que si los precios internacionales, que si el petróleo, que la globalización, que los energéticos. Por cierto, si buscan salidas a los problemas de la energía, porque no intentar con las hidroeléctricas, la energía eólica o la solar. No, están empecinados en hacer gasolina del atol de elote. Y como lo diría el «súper mensaje», «muchos países también han comenzado a producir biocombustibles». OK; mal de muchos consuelo de tontos.
Y a continuación, vamos a echarle la culpa al gobierno anterior, ¡Gran idea! A nadie de los gobiernos pasados se le había ocurrido echar la culpa al anterior. Sin comentarios.
Encontramos después de tantas ambigí¼edades, la solución. (Que raro, otro gran eufemismo). En lugar de «pacto de solidaridad» como dirían los mexicanos en alguna ocasión, debería de llamarse «pacto de sólo dar y dar»; los después bautizados «precios acordados» lo único que provocarán es la escasez de los productos si no, vean a nuestros hermanos venezolanos, ¿cómo la están pasando? Los «precios acordados» sólo traerán más mercado negro, más evasión. En fin, menor bienestar.
Lo peor es leer que la puesta en marcha de este «plan de sólo dar y dar» será de 1,470 millones de… ¿quetzales o dólares? En cualquier caso es una suma muy alta. Y dicen que es una «inversión» ¿Inversión de dónde? Si «su» gobierno, don ílvaro, quisiera invertir en los guatemaltecos, se reduciría el aparato gubernamental, se cerrarían muchas dependencias sin sentido, ministerios incluso. Gente que sólo quiere «ver que saca». Se reducirían los impuestos directos, si no eliminarlos. Pues ¿Para que quiere tanto dinero un gobierno pequeño? Redúzcanlo. Hay que dejar el dinero en la bolsa de los guatemaltecos que se lo han ganado trabajando y que ellos vean en que se lo gastan.
¿Qué significará austeridad para el gobierno de don ílvaro? ¿Será pagar 15 mil quetzales en cada uno de los diarios guatemaltecos por la publicación de su mensaje? ¿O su campaña radial de solidaridad de 10, 15 y 20 mil quetzales en los medios radiales?
Este «mensaje presidencial» propone varios temas que seguiré comentando en próximas entradas. Por lo pronto sigamos sobreviviendo al gobierno de don ílvaro Colom.