Su mejor esfuerzo


Editorial_LH

Se sabe que la propuesta de despenalización de la droga fue elaborada para el presidente Pérez Molina por su actual Canciller, quien inclusive redactó el artículo que se publicó en la prensa inglesa sobre el particular y ahora, con las revisiones que se han tenido que hacer para proponer “nuevas rutas” en el combate al narcotráfico, dejando de hablar ya de la despenalización a secas, es importante que el mandatario haga su mejor esfuerzo al hablar en la Asamblea General de Naciones Unidas porque es el foro adecuado para intentar un cambio de postura que se traduzca en nuevas y mejores estrategias para sustituir la fallida política antinarcótica impuesta por Estados Unidos y que durante varias décadas no ha provocado ningún resultado positivo y sí la pérdida de muchas vidas.


El problema para el Presidente y el Canciller es que ambos han querido demostrar su fidelidad absoluta a Washington, posiblemente por eliminar los resquemores de Obama luego de la propuesta de Pérez Molina hace poco más de año y medio cuando habló de la despenalización de la droga, y lo demostraron cuando se apresuraron a respaldar la anunciada (y luego retirada) acción militar en el caso de Siria. Entonces hay que suponer que de alguna manera tratarán de manejar con guantes de seda el tema, sobre todo en lo que se refiere al papel de Estados Unidos como el gran consumidor y en donde tan poco se hace para contrarrestar la demanda enorme que hay de toda clase de estupefacientes.
 
 Sin ese ingrediente, sin señalar que a los países productores y a los países que son puente para el suministro de la droga se les exige que pongan los muertos en una guerra desigual contra los poderosos cárteles de la droga, es difícil explicar con propiedad el tema de las “nuevas rutas” para combatir el narcotráfico. Y Pérez Molina tiene que ir más allá de simplemente enumerar la ponencia de que “hay que hacer algo diferente”, puesto que ahora, al hablar ante la Asamblea General de Naciones Unidas, tendrá que aterrizar en algo concreto para iniciar el debate a partir de su propuesta.
 
 Creemos que hay argumentos sólidos y abundantes para generar debate y provocar una profunda reflexión en la comunidad internacional, pero es necesario poner el dedo en la llaga, señalando responsabilidades donde las haya y no simplemente abordando la cuestión con planteamientos generales y sin aterrizar. El debate se produjo cuando se habló de la despenalización y Obama rechazó abruptamente la propuesta. Insistir en que hay que buscar nuevas rutas, sin proponer ninguna, es como pronunciar discursos sin mucho contenido y simplemente para mantenerse en el candelero.

Minutero:
El tema del narcotráfico
 demanda nuevas acciones
 pues ya ha sido muy trágico
 al fundarlo en represiones