Virsa Valenzuela Morales
La novela «Stripthesis» del narrador guatemalteco Ronald Flores, ya tiene varios años de haber visto la luz. Sin embargo, su propuesta aún tiene mucho por analizar y para aportar, ya que no fue escrita de un modo tradicional; asimismo, sus aportes teóricos aún pueden ser considerados controversiales y que no han llegado a serlo, simplemente porque no se han estudiado.
La novela se fundamenta sobre la base paródica de una tesis doctoral de un estudiante de la Universidad de Austin, Texas, en Estados Unidos, la cual es famosa por su amplio archivo de textos en español, que atraen anualmente a miles de investigadores de la literatura en nuestro idioma.
El estudiante, Lázaro Tormes, acude con una catedrática titular de dicha universidad, para solicitarle que le asesore en su tesis doctoral. La docente es quien narra la historia, lo cual es un acierto dentro de la novela, debido a que la temática podría ser calificada, en primera instancia, como machista, y que una mujer sea la voz cantante reduce este efecto.
La propuesta de Tormes es poco ortodoxa; desea descifrar los simbolismos culturales y sociales dentro del mundo de la pornografía; de ahí, se puede deducir ya el por qué del nombre de la novela, «Stripthesis», un juego de palabras en inglés entre el «striptease» (acto en que una persona se desnuda poco a poco con la finalidad de provocar erotismo), y la «thesis», es decir, tesis en inglés.
El mundo de la pornografía está dominado en su mayoría por hombres, y está dirigido sobre todo para ellos; en ese sentido, refería arriba, que era un acierto que una mujer narrara la novela, ya que su postura no le permite caer en opiniones fáciles sobre este ámbito.
La novela presenta un léxico complejo, ya que, por desarrollarse dentro de un ámbito universitario doctoral, se utiliza un lenguaje científico, que explica las acciones con tecnicismos propios de la Lingí¼ística, la Semiología, la Filosofía, la Filología, y otras ciencias del lenguaje y los signos. Sobre todo, se utiliza terminología bastante reciente, de la ciencia de unos 30 años atrás, con teorías posmodernas, desde Derrida hasta otros más contemporáneos.
Sin embargo, el lenguaje es sólo una ambientación, un efecto para hacer verosímil la novela. Aunque el léxico podría presentar cierta complicación a un lector poco acostumbrado a esta terminología, podría costarle tomar el ritmo de la lectura. Pero pronto se dará cuenta que el léxico otorga riqueza y que éste es un recurso paródico.
En cuanto a la disposición de los capítulos, que son nueve, éstos llevan la coherencia de una tesis académica, es decir, presenta un marco conceptual, en donde se define el problema; luego los antecedentes, el marco teórico, para llegar al desarrollo del problema y terminar, en los últimos tres capítulos, con el «Clímax», «Anticlímax» e «In-conclusiones», es decir, simulando las conclusiones de un trabajo de esta naturaleza.
Esto en cuanto a forma. Pero, en cuanto al fondo de las ideas, existen conversaciones y divagaciones dentro de la novela muy valiosas, sobre todo en temas siempre dentro de la sexualidad, el erotismo, el simbolismo del cuerpo y la literatura hispanoamericana, que se van metiendo dentro de la trama de la novela, por su misma naturaleza académica.
No hace falta decirlo, pero la intención del doctorando es poco tradicional, aunque las tesis doctorales cada vez tienden a temas más extravagantes. Pero la misma narradora relata con cierto desconcierto el propósito de la tesis de Tormes. De hecho, éste pasa recopilando, como corpus de su investigación, material pornográfico, sobre todo de expresiones sexuales extrañas.
Al final de cuentas, Tormes encuentra un video largamente referido dentro de sus fuentes documentales, pero que no había podido localizar, por lo que, al tenerlo, invita a su asesora a verlo juntos.
En vez de provocarle excitación sexual, Tormes se pone a llorar, porque descubre un hecho muy dramático para su vida. En conclusión, con la novela se revisan las justificaciones y las motivaciones de la pornografía, y por qué ésta se dirige sobre todo a un público masculino.
¿Se tratará la pornografía únicamente de provocar exaltación a un público? No lo creo, después de leer esta novela, que propone a este fenómeno como una forma de dominación, y de justificar la baja autoestima y los vacíos de poder entre los hombres.
Habrá que leerla para descubrir este mensaje.
* Virsa Valenzuela Morales es licenciada en Letras con maestría en Literatura Hispanoamericana. Actualmente, trabaja como catedrática en la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos en las áreas de literatura guatemalteca, hispanoamericana y española.
FLORES, Ronald. «Stripthesis». Guatemala: Palo de Hormigo, 2004. 126 páginas. ISBN: 99922-2-177-1