Strauss-Kahn insta a la UE a actuar


El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn. Archivo

El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, instó a la Unión Europea (UE) a actuar para evitar caer en la «segunda división», detrás de Estados Unidos y Asia, que estarí­an saliendo más rápidamente de la crisis económica.


«El riesgo para las economí­as europeas es que estén en segunda división, y no en primera, con Estados Unidos y Asia», declaró Strauss-Kahn en Bucarest durante un discurso ante estudiantes en economí­a.

«Hay una probabilidad de que si los europeos no actúan rápidamente, de aquí­ a 10 ó 20 años la batalla se juegue entre Estados Unidos y Asia, mientras que Europa será dejada de lado», advirtió.

Según Strauss-Khan, para evitar esta situación es necesario «reforzar las instituciones de la Unión, volver a la innovación, a la competitividad y regresar al crecimiento, que no es exactamente lo que se ve tras la crisis».

Este martes, el FMI se mostró mucho menos optimista que hace unas semanas sobre la economí­a alemana –la más grande de Europa–, recortando en forma drástica sus proyecciones de crecimiento para 2010 y 2011.

Para 2010, el Producto Interior Bruto (PIB) de Alemania crecerí­a 1,2%, según el FMI, y no ya 1,5%, como pronosticaba a principios de febrero.

En su discurso en Bucarest, el director general del FMI insistió en la importancia de una reflexión sobre la «arquitectura financiera» de la UE y la necesidad de que ésta cuente con herramientas para «administrar y resolver una crisis».

«A nivel europeo no es suficiente con tener regulación y supervisión; es necesaria una autoridad europea de resolución», dijo.

El jefe del FMI se manifestó además a favor de «más coordinación» en Europa, por ejemplo en la cuestión de la crisis financiera griega.

«La crisis muestra que no podemos tener una moneda única sin tener polí­ticas económicas mejor coordinadas», subrayó.

La Eurozona se vio obligada a adoptar la semana pasada un plan de ayuda a Grecia, asfixiada por una deuda cercana a los 300.000 millones de euros (406.000 millones de dólares), con el fin de evitar poner en peligro el conjunto de su estabilidad financiera, cuestionada por mercados y expertos.

El mecanismo se basa en un inédito sistema de préstamos bilaterales europeos combinado con una ayuda del FMI, que por primera vez será llamado a apagar el fuego de un paí­s miembro de la zona euro en caso de necesidad.