El exdirector general del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, regresó hoy a la vida pública dando un discurso en una conferencia de negocios en Beijing, después del escándalo en que se vio implicado a principios de año en Nueva York por una acusación de agresión sexual.
Strauss-Kahn habló en una conferencia organizada por la empresa china de Internet Netease. No se refirió a su arresto en mayo, ni a su renuncia como director general del FMI.
El caso contra Strauss-Kahn implosionó en agosto por falta de credibilidad de su demandante.
Strauss Khan hizo un llamado para una mayor integración de la Unión Europea y para un presupuesto europeo unificado. Indicó que las medidas tomadas hasta el momento por los líderes europeos eran inadecuadas para resolver la crisis económica de Europa.
«Necesitamos que la Unión Europea sea una verdadera unión. Esa es la única manera en que se resolverá la crisis», destacó.
Agregó que sin una acción efectiva, él ve la posibilidad de una Europa sin crecimiento económico durante cinco o siete años.
En el escenario lo acompañó el prominente economista chino Li Daokui, quien elogió las «enormes contribuciones» de Strauss-Kahn a la economía mundial mientras estaba en el FMI.
«En China, muchas personas todavía lo apoyan y realmente lo adoran» dijo Li, miembro del comité asesor en política monetaria del banco central chino. «Beijing probablemente es el lugar más acogedor para usted», añadió.
El escándalo destruyó los planes de Strauss-Kahn para contender posiblemente por la presidencia de Francia. La fiscalía de Nueva York desechó una acusación inicial de presunto intento de violación después que dijo había perdido la confianza en la camarera del hotel que hizo las acusaciones.
Cuando Li le preguntó qué haría de manera diferente si él fuese el presidente francés dentro de un año en vez de Nicolás Sarkozy, Strauss-Kahn respondió: «No estoy en posición de hacer ningún comentario político».
La acusación de violación arruinó la reputación de Strauss-Kahn, y otros escándalos —como el que una escritora francesa lo acusara de agredirla sexualmente durante una entrevista en el 2003 y que podría estar relacionado con una organización de prostitución— acabaron efectivamente con su carrera política.