Ordinariamente no veo telenovelas, pues las presentadas en Guatemala son sumamente cursis, con argumentos manidos y con artistas «artificiales». No se pasa de escenas violentas, de infidelidades, hogares destruidos, hijos abandonados o negados, grandes fortunas que, por fin, pasan a manos de la servidumbre. La música, por lo regular, es mal distribuida pues con alto volumen enmudecen los diálogos.
Las artistas jóvenes representan a las mujeres bonitas pero incultas, poco naturales en su actuación. Los hombres, igualmente, o son machistas o son tontos manipulados por las amantes. Los ambientes son desagradables de cursilería burguesa. En suma, a los artistas de telenovelas les falta escuela. Si ellos son populares tienen la obligación de no causar escándalos para enseñar las buenas maneras. Aunque, es claro, que las telenovelas son reflejo de una sociedad corrupta y no son un hecho artístico sino comercial.
Para enviar al pueblo un mensaje diferente se debe ser más académico y evitar lo grosero. La televisión es un medio formidable para manejar lo positivo. Todo lo anterior lo digo porque por casualidad encontré en GUATEVISION una telenovela coreana, titulada SONATA DE INVIERNO, y que la presentan los días lunes a viernes, a partir de las dieciocho horas. Es una novela que sale de lo común con artistas bien caracterizados, en ambientes serenos, con paisajes de invierno, ajenos a los nuestros pero muy bellos.
La música de fondo es suave, proyectada en piano y violín. El argumento es un caso clínico que mantiene al televidente con la curiosidad necesaria para seguir frente al televisor.
Los productores de Sonata de Invierno trataron de poner un mensaje de altura. Se refleja la comprensión y respeto con que se tratan las familias.
Si bien es cierto que en Sonata de Invierno se dan actitudes inaceptables como la mentira y el engaño, no por ello estos hechos quedan impunes, se revierten en acciones ejemplares.
Aunque en Sonata de Invierno se dan rasgos románticos muy pronunciados, también se mezclan con criterios modernos muy humanos.
No sé qué pensarán otras personas de esta telenovela Sonata de Invierno, pero a mí me ha parecido muy aceptable y que además nos lleva a conocer otras culturas, donde el respeto y las buenas maneras todavía se mantienen. La comunicación entre personajes es muy limpia, se habla y se escucha pero se reflexiona y se evita herir, más bien se estimulan actitudes a fin de que el mensaje sea constructivo.