SOS Punta de Manabique y Conap


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Se ha sabido de la destitución de Jorge Luis Galindo, hasta hace unos dí­as Secretario Ejecutivo de CONAP, hecho coincidente con la salida “decente” del ex –Ministro de Ambiente. Aunque estimo que el señor Ferraté, habló más de lo que hizo y que su trayectoria en dicho ministerio resultó francamente decepcionante y quiso aparentar fuerza, decencia e hidalguí­a en defensa de los recursos naturales y el medio ambiente, la realidad es que termina una gestión opaca, sin luces y extremadamente complaciente con los intereses del Presidente y de las empresas y grupos de presión vinculados a Perenco, Marlin y hoy el Grupo Tomza.

Juan José Narciso Chúa

 


Conozco a Jorge Luis Galindo y reconozco en él una persona que se ha forjado su espacio en el mercado de trabajo, a partir de ser una persona académicamente sólida, una actuación totalmente decente, trabajador  y, por demás, muy clara su posición con respecto cualquier interés que pretenda afectar los recursos naturales y las áreas protegidas.  La última vez que lo vi, ambos viajábamos a diferentes paí­ses en Centroamérica, pude comentarle que se le vení­an presiones muy fuertes, justamente derivadas de este proyecto que se pretende insertar en Punta de Manabique y él me manifestó claramente que él no apoyarí­a una iniciativa de este tipo.

Hoy, con su destitución, se comprueba que efectivamente Jorge Luis no se plegó a las presiones de la Presidencia y de los intereses de grandes negocios que se vinculan al Presidente.  De otra forma, no tendrí­a explicación su destitución repentina y el apresurado nombramiento de un abogado desconocido en el ámbito de los recursos naturales y el medio ambiente, en donde seguramente su formación académica, contribuirí­a a moldear y respaldar jurí­dicamente las decisiones que se tomen al respecto de este cuestionable proyecto.

La opinión pública necesita levantar el grito de alerta, prender las luces de alarma y levantar el SOS correspondiente, en una acción totalmente arbitraria, completamente desnuda de codicia y huele a corrupción por parte de la principal autoridad de gobierno, con lo cual suma a su gestión un nuevo crespón negro a su desafortunado régimen y deja un legado de opacidad, irresponsabilidad, inseguridad e inconsistencia, para sepultar para siempre su falso discurso socialdemócrata, su nada creí­ble apoyo incondicional al medio ambiente y terminar de enterrar su propio gobierno.

Estimado lector, esta es una nueva muestra de lo que un gobierno complaciente, dependiente y clientelar hace de un mandato que le otorgó el voto y que demuestra que su ambición desmedida, en donde utilizó a diferentes ministros para mostrar una cara decente y profesional, únicamente para utilizarlos después, presionarlos hasta la renuncia –con todo y medalla-, como el caso de Ferraté y allanar el camino para dejar concluido este otro oscuro proyecto.

El Consejo de Conap tiene la palabra.  Ojalá que algunos miembros del consejo demuestren temple, carácter y decisión, más allá de una gestión gubernamental y junto con el resto de representantes de dicho cuerpo colegiado se atrevan a decirle no a este nuevo desacierto, aunque la presión a los representantes de Ambiente y Agricultura, ya habrá llegado  y se les habrá dado las instrucciones para que aprueben el proyecto en referencia, sin chistar.

En esta jugada se hizo uso de un “trade off”, peculiar, se cancelan las licencias de la extracción de hierro en las playas del Pací­fico, queriendo demostrar voluntad en apoyar acciones que lesionan los recursos naturales, para aprobar el proyecto de los Tomza, devolver el favor de viajar cómodamente y demás  “cositas”.  Luego, la salida forzada del ministro de ambiente y por último la destitución del Secretario Ejecutivo de CONAP, para contar con las piezas que sean leales a una de las últimas movidas que este desafortunado régimen realizó en el ámbito de la institucionalidad del medio ambiente y los recursos naturales. Lamentable, Presidente, lamentable.