Sonrí­an, están siendo filmados


Según reza el dicho «la belleza se encuentra en el ojo del que todo lo ve», pero en cuestión de los accidentes que ocurren a diario en las calles y avenidas de la ciudad capital, el ojo que todo lo ve es el de la Empresa Metropolitana Reguladora del Transporte (Emetra), en su Centro de Control de Tráfico, desde el cual se monitorea cada una de las cámaras instaladas a lo largo y ancho de nuestra urbe.

Carlos Duarte
lahora@lahora.com.gt

Según Amí­lcar Montejo, Superintendente de la Policí­a Municipal de Tránsito (PMT), desde este centro de control y vigilancia se ve de todo. Todo tipo de accidentes, unos que causan risa y otros que causan conmoción, se ven las diversas actitudes de los conductores, hasta una de las cámaras ubicadas sobre el puente «El Amate» captó a un motorista que se detuvo un momento, y que después de quedarse en el mismo sitio casi 10 minutos, se pudo observar que paró para «inspirarse». El motorista se encontraba inhalando algún tipo de droga.

Esta ocasión se muestra series de fotografí­as captadas de estos videos, en donde es evidente la imprudencia de los pilotos de motocicletas, que por no respetar las leyes de tránsito, se ven involucrados en accidentes viales. Estos motoristas no solamente arriesgan su vida, sino que también arriesgan la vida de los pilotos automovilistas y de peatones.

En uno de los videos se observa cuando una motocicleta choca de lado con un automóvil y luego cae al suelo el motorista, quien lleva a su esposa y pequeño hijo, y encima de todo sin protección, ya que el único casco lo usa él, se levanta sin cerciorarse si su familia se encuentra bien y sólo se dirige a la mujer que conducí­a el automóvil, le reclama y amenaza con agredirla con el casco. El video muestra claramente que la imprudencia no fue de parte de la mujer conduciendo su auto sino del motociclista, ya que en vez de venir en su lado para luego virar a la izquierda, intenta rebasar al mismo auto.