Desde hace años, el doctor House se cuela en nuestros televisores y nos engancha con casos clínicos que parecen sacados de la mejor novela de detectives. Pacientes con dolencias tan complicadas de curar como de averiguar por qué están causadas.
Sin embargo, House y su equipo casi siempre lo logran. ¿Ciencia ficción sin más? ¿casos reales llevados a la ficción? ¿Qué hay de cierto en los diagnósticos de la serie y qué de falso? En Internet (http://www.politedissent.com/house_pd.html) se hacían eco esta semana de una web que se ha dedicado a analizar los casos resueltos por el doctor más popular de la tele durante 131 episodios.
El resultado es que la mayoría de tratamientos parecen ser veraces y ajustados a la realidad.
En la web en cuestión, en inglés, encontramos un listado por episodios y temporadas. En cada episodio enlaza al tratamiento seguido en dicha entrega y lo compara con la cura que tendría en un hospital y con un equipo médico real realizando, en cada caso, una crítica de acuerdo a los patrones médicos convencionales.
Esto parece chocar con lo que pensaban médicos españoles hace unos años sobre la serie. En un reportaje, se recogieron las opiniones de varios profesionales. Muchos de ellos criticaron entonces la «irrealidad» de casos y tratamientos.
La multidisciplinariedad, la proliferación de patologías en un mismo paciente, las soluciones inmediatas, los muchos diagnósticos ex iuvantibus (determinados por la respuesta a un tratamiento), el trato no directo con el paciente, la ocultación de datos entre compañeros o el uso de la intuición en vez de patrones médicos, fueron, entonces, algunos de los fallos que los especialistas consultados por este diario achacaron a la serie.