El Banco de Japón predijo hoy que el crecimiento de la segunda economía mundial se desacelerará en 2008-2009 mientras la inflación seguirá subiendo, y por primera vez en dos años se abstuvo de mencionar posibles alzas de las tasas de interés.
En su diagnóstico semestral sobre la economía japonesa y los precios, el banco central constató que «el crecimiento económico se desacelera»: sólo alcanzaría un 1,5% en el primer año presupuestario 2008-2009, en lugar del 2,1% previsto en el diagnóstico de octubre de 2007.
El año presupuestario en Japón se extiende del 1 de abril al 31 de marzo.
«La desaceleración de la economía estadounidense se torna más pronunciada», estimó el Banco de Japón, que notó asimismo un estancamiento del crecimiento de Europa.
«La economía japonesa podría verse influida por ejemplo a través de los cambios en el comercio exterior», advirtió.
La producción industrial en Japón tuvo en marzo su peor caída en cinco años (-3,1% en un mes) a raíz de la desaceleración de las exportaciones hacia Estados Unidos.
Al mismo tiempo, el BoJ aumentó fuertemente sus previsiones de inflación debido al alza esperada de los precios de las materias primas y de la energía. Según la institución, los precios al consumo sin tener en cuenta los productos frescos subirían un 1,1% en 2008-2009. Su previsión anterior era sólo de 0,4%.
«Dada la situación actual, en la cual las perspectivas de la actividad económica y de los precios son altamente inciertas, no es apropiado predeterminar la dirección de la futura política monetaria», concluyó el BoJ.
El diagnóstico del Banco de Japón suprime así cualquier referencia explícita a una futura alza de las tasas de interés. Estas referencias fueron introducidas por primera vez en abril de 2006, tres meses antes del abandono de la política de tasas cero que el banco central llevaba adelante desde 2001.
En su diagnóstico de octubre de 2007, el BoJ estimaba aún que «el nivel de las tasas de interés debe ser aumentado si la economía japonesa sigue el camino de un crecimiento sostenido con precios estables».
La tasa directriz del BoJ es de 0,50%, la más baja del mundo industrializado, y no ha variado desde febrero de 2007. El miércoles, el comité de política monetaria decidió nuevamente dejarla sin cambios.
Japón atraviesa actualmente su mayor inflación en 10 años ( 1,2% en marzo), pero esta alza de precios está ligada exclusivamente a la disparada del precio de las materias primas importadas.
Para un banco central, este tipo de inflación generada por los costos es más difícil de dominar que la provocada por una demanda que excede la oferta.